Vanesa Delgado (33) recordó ayer que estaba con sus cuatro hijos en la casa de sus padres por el cumpleaños de su papá, cuando los vecinos le avisaron que la casa que alquilaba a sólo cuadra y media, en la Villa Unión, Chimbas, se quemaba. Cuando la mujer llegó, con el corazón en la boca, se topó con un cuadro que no hubiera querido presenciar: varios conocidos tirando agua con lo que podían para intentar aplacar esas llamas que se hacían ingobernables.
Lo que siguió fue un puñado de maniobras desesperadas que culminaron cuando los bomberos controlaron el siniestro y evitaron que se extendiera a propiedades vecinas. Pero entonces el cuadro se reveló totalmente dañino: las pocas cosas que tenía esa humilde mujer que mantiene a sus chicos de 16, 12, 10 y 2 años con ayuda del Gobierno y algunas changas que consigue como empleada doméstica, habían sido destruidas por el incendio.
Una cucheta, una cama chica y otra grande, la heladera, el televisor, el lavarropas, el secarropas, un equipo de música, un DVD, tres roperos, un aparato de calefacción, una mesa y seis sillas, los documentos, la ropa y el calzado de toda la familia habían sido destruidos por las llamas.
Todo pasó alrededor de las 20.30 del viernes en Salvador María del Carril al 7651, entre Colón y América, en Villa Unión, Chimbas.
‘No sé por qué se originó el incendio, eso lo vamos a saber cuando los bomberos hagan las pericias pero todo esto es muy angustiante, con decirle que gracias los vecinos que me dieron un poquito de leche y me prestaron una mamadera pude alimentar a mi hija. Nos quedamos con lo puesto, encima ya no podemos estar más acá porque la casa (con techo de palos y cañas) quedó inhabitable’, dijo ayer Delgado, afligida.
