Mauricio Muñoz está viviendo su sueño. El boxeador sanjuanino ya está de viaje a Japón. Pero dos días antes de partir, el sábado, mantuvo una extensa y amena charla con DIARIO DE CUYO. Allá en Buenos Aires. En Caseros, específicamente, donde estuvo su bunker por más de un mes. Con la compañía permanente de su entrenador Rubén Ojeda. Y alguna que otra visita de boxeadores amigos, que lo ayudaron en su preparación. Al pibe se lo ve bien. Metido en su sueño. Confiado en traerse la corona de los supergallos. Esa que buscará quitarle al local Toshiaki Nishioka. Será el próximo viernes 8 de abril en la ciudad de Kobe. Pero antes hay una historia de humildad y de fe…
Vivió en plena concentración durante 40 días en un complejo deportivo en Caseros. Todos los días entrenó en lo físico en ese lugar. Y, para hacerlo sobre el ring, todas las tardes salía con su bolsito en tren hasta una estación más allá: En El Palomar. Siempre con la compañía de Ojeda. Terminaba tan cansado que cenaba y se dormía de inmediato. Y al otro día, lo mismo. El sábado contó que extrañaba una locura a su esposa y a sus hijitos. Que les hablaba por teléfono permanentemente. Al otro día, el domingo, antes de salir para el gran viaje a Japón, llegó desde San Juan justamente su familia. Fue una sorpresa. Así que se fue feliz. A cumplir su sueño. A buscar una corona que le puede cambiar su vida…
– ¿Han sido muy pesados estos últimos días?
– Sí, mucho, pero no hay otra. Hay que darle para adelante y punto.
– Cuando ponés la cabeza en la almohada, ¿qué se te viene a la mente?
– De todo. Es porque estoy muy ansioso. Quiero pelear ya. Estaba medio bajoneado por este tema del terremoto en Japón. No sabía si se hacía o no la pelea. Si se llevaba a México u otra cosa. La verdad, no se sabía nada. Pero ya pasaron los nervios. La semana pasada nos confirmaron que todo iba bien y que la pelea se hace en Japón nomás. Y bueno, volvió la ilusión de vuelta.
– ¿Si estás en onda terremoto, ya estás pensando en hacer temblar al japonés?
– (risas) Ojalá… Y sí, lo tengo que tirar. Te digo más, cada día que pasa me siento más seguro que voy a ganar.
– ¿Así estás hoy?
– Estoy muy metido en la pelea. Es más, te voy a contar una cosa que no se la he contado a nadie. En éstos últimos días tuve un sueño. Inclusive fueron dos veces, por eso me llama la atención. Porque fueron iguales. Estaba con Fabián Orozco, que estuvo unos días acá. Él dormía en su cama, yo en la mía. Era la madrugada. Casi las tres de la mañana. Y las dos veces me desperté sobresaltado. La segunda vez directamente me levanté y lo hablé a Fabián. Le dije: "Fabián, Fabián, despertate. Soñé lo mismo que el otro día. Te juro, veo que me ponen el cinturón de campeón porque gano en el séptimo round. Es todo muy real…". Y Fabián, medio dormido, me dijo: "Buena loco, espero que se te dé. Que se te haga realidad".
– Si ya lo soñaste, quiere decir que despierto estás muy convencido…
– Yo me tengo muchísima fe. Cuando vemos los videos con Ojeda, yo me siento capaz. Sé que tengo algo para ganarle. No te sabría decir específicamente qué es, pero me siento fuerte. A pesar que es un campeón con todas las letras, porque es la sexta defensa que va a hacer.
– Eso es fortaleza mental, anímica, y tu fortaleza física ¿cómo está?
-Esta es la mejor preparación de toda mi carrera. Hemos entrenando doble turno. Por la mañana dos horas, con el preparador físico, haciendo diferentes trabajos todos los días. Y en la tarde en el gimnasio, haciendo trabajo de manopla, guanteo. En los últimos días estuvo viniendo Jesús Cuellar, un muchacho que me está ayudando y que está rankeado mundialmente. Es zurdo y hace un boxeo muy parecido al japonés Nishioka.
– Sabés que por el título son doce rounds, ¿has echo esa cantidad alguna vez?
– En peleas no. Hice hasta diez nomás. Pero ahora, en los entrenamientos, he llegado a hacer quince rounds.
– ¿Y cómo llegás al round doce, por ejemplo?
– Perfecto. Me siento muy bien y algo bueno, como dice Juan Ledesma, que es entrenador de la Selección, que me recupero muy rápido. Se nota al instante.
– ¿Quiere decir que si la pelea se hace larga, vos llegás bien?
– Estoy preparado para todo. Vamos a salir con cuidado a ver qué propone. Él es el campeón. Pero desde el cuarto round en adelante, voy a empezar a apretar el acelerador.
– Así se te puede cumplir el sueño del séptimo. Por ahí le metés pilas en el quinto y llegás como soñaste…
– Y… puede ser (risas). Si se llega a dar de conectar una mano fuerte lo voy a aprovechar en el momento que sea. Porque el japonés puede ser muy bueno, pero si siente el golpe, si es débil de arriba, que se agarre. Le voy con todo.
– ¿Lo has estudiado lo suficiente por videos?
– Sí, y es de carita fácil.
– ¿Y vos? ¿Cuáles son tus fortalezas y cuáles tus debilidades?
– Mi fortaleza es que nunca me rindo. Voy al frente siempre. Y lo que me faltaba era encontrar mi distancia pero ya lo logré.
