Buenos Aires, 26 de abril.- La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, llegó hoy en su primera visita oficial al Líbano, país que en junio celebrará elecciones legislativas en las que Hezbollah -movimiento chiita considerado terrorista por Washington- aparece como un posible triunfador.
Clinton, que llegó en medio de fuertes medidas de seguridad a la capital Beirut, dijo tras reunirse con el presidente Michel Suleiman que se encontraba en ese país con el objetivo de "enviar una claro mensaje a favor de elecciones justas y transparentes", necesarias para una nación "independiente y soberana".
La jefa de la diplomacia estadounidense, que llegó a Beirut tras visitar Kuwait e Irak, dijo que su visita pretendía también entregar a Suleiman "un mensaje de apoyo a un Líbano independiente y soberano", de parte del presidente estadounidense, Barack Obama, según informó la agencia alemana de noticias DPA.
La visita de la ex primera dama, se produce sólo seis semanas antes de las elecciones legislativas que enfrentarán en esa nación a la coalición apoyada por occidente contra una alianza que reúne a Hezbollah y sus aliados apoyados por Siria e Irán, comicios en los que se vislumbra una ajustada carrera entre ambas coaliciones.
En este marco, y a la luz de la preocupación de la Casa Blanca ante un resultado que complique su política para Medio Oriente, Clinton subrayó que el escrutinio debe celebrarse "fuera del círculo de violencia e injerencia extranjera para permitir a la gente elegir a sus representantes pacíficamente".
Clinton se negó sin embargo a especular sobre una posible victoria de Hezbollah en las elecciones que se celebrarán el 7 de junio, mientras un responsable de Departamento de Estado que no quiso identificarse, agregó a la prensa que Washington esperará a conocer la composición y el programa del nuevo gobierno antes de emitir cualquier opinión sobre el tema.
"Más allá de la elección -agregó la funcionaria estadounidense- nosotros continuaremos apoyando a las voces de moderación en el Líbano, y a las instituciones responsables del Estado libanés en las que trabajan duro por construir".
La ex primera dama dijo, en una rueda de prensa posterior a su reunión con Suleiman, que su gobierno apoya claramente al Ejército del Líbano, "única institución armada" que debe haber en el país, en alusión al desarme de grupos como Hezbollah.
La milicia chiita figura en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos desde el año 1997 y la nueva administración de Barak Obama dijo que dialogará con el movimiento apoyado por Siria e Irán sólo cuando éste haya reconocido al Estado de Israel y renuncie a la violencia como método político.
Hezbollah (o partido de Dios) protagonizó el conflicto con Israel que en el año 2006 dejó más de 1.200 muertos en Líbano y 160 israelíes, en su mayoría militares.
Antes de reunirse con Suleiman, Clinton visitó la tumba del ex premier aesinado Rafik Hariri y se reunió con su hijo, el diputado Saad Hariri, ante el que manifestó su apoyo al tribunal internacional de la ONU para esclarecer su muerte.
Estados Unidos proporcionó 1.000 millones de dólares en ayuda al país desde 2006, de los cuales 410 millones corresponden a asistencia militar.
Previo a su viaje al Líbano, Clinton estuvo en Kuwait e Irak, donde aseguró a los líderes iraquíes que Washington continuará apoyando al país aun después de la retirada de sus tropas.
El retiro de tropas se llevará a cabo "de modo responsable y cuidadoso", dijo la jefa de la diplomacia estadounidense, tras subrayar que el mismo "no afectará el plan para mejorar las fuerzas de seguridad iraquíes ni para completar la reconstrucción del país".
