Para cuidar las plantas del calor del verano es indispensable antes que nada intentar conocer cómo funciona cada sector del jardín, ya que cuanto más se sepa sobre todos estos puntos, más eficazmente se podrá decidir: por qué, dónde, cuándo, cómo regar, y cuándo repetir.

Los elementos que se debe tener presente son los siguientes:

-Asoleamiento (que varía según la época del año).

-Calidad y permeabilidad del suelo.

-Posibilidad de erosión.

-Riesgo de vientos intensos, etc.

Por qué el riego

Porque las plantas están formadas por una cantidad muy importante de agua en su estructura, y esa agua se requiere para seguir adelante con todos sus procesos metabólicos, incluyendo la extraordinaria fotosíntesis.

Dónde la necesitan

La necesitan principalmente en los poros del suelo, para que las raíces la puedan absorber y transportar a través del tallo. También es útil cada tanto, un riego en forma de lluvia que lave los follajes que pueden quedar cubiertos por tierra o polvo atmosférico o incluso contaminantes. En ese caso decimos que es agua para lavar el follaje.

Cuándo regar

Cuando la planta lo necesite, y todas las plantas del jardín necesitan cosas distintas.

Una ayuda que es muy generalizada, pero resulta muy útil: En verano es más eficaz regar a la mañana temprano, antes de las 10, para que cuando el calor del sol caliente el suelo y los follajes, la planta esté bien hidratada.

A todos les gusta regar y refrescar el jardín las tardes de verano; ese riego en realidad le viene bien a las personas que disfrutan la vegetación, para que el calor general del jardín afloje, para asentar la tierra que vuela y para sentir el perfume de pasto mojado, pero cuando se pretende bajar el mantenimiento y tener un jardín lo más sano y autosustentable, hay que priorizar lo que le hace bien a las raíces, y a ellas las beneficia regar bien temprano.

Cómo regar

-Lo más profundo posible (cada sector del suelo del jardín admitirá una cantidad de agua diferente).

-Por goteo es ideal en canteros y huerta, donde los follajes son muy tiernos y regar por aspersión humedece mucho los tejidos haciéndolos víctimas de hongos.

-Por goteo también es ideal para cercos, porque la entrega es muy eficaz y con un programador no es posible reponerles agua cuando más lo necesitan.

-Por aspersión es sólo para céspedes, pero con control personal; lamentablemente es común que los céspedes se rieguen en forma automática, y nadie se ocupa de corregir los tiempos de riego en las diferentes estaciones.

-En los céspedes con árboles aparasolados se riega el césped por aspersión, pero sin golpear los troncos.

Cuándo repetir

No es un dato para la agenda, sino para definirlo en cada momento y lugar. -Tener un programador es útil, pero nada como el ojo y la sensibilidad del jardinero que observa.

Lo peor que se puede hacer es regar todos los días un poquito; esto genera raíces cercanas a la superficie, con un sistema de exploración delgado y fácilmente agotable. Serán plantas débiles, víctimas del calor estival y del frío en invierno.

También hay que hidratar cuando se clava la pala en el suelo y se nota que se ha secado a la altura donde están las raíces, cuando las temperaturas han sido muy altas y puede haber evaporación extra por vientos desecantes y cuando las plantas están con sistemas radiculares poco desarrollados por trasplante reciente, por multiplicación, o por ser plantas nuevas.