El juez de Instrucción Alberto Benito Ortiz ordenó ayer secuestrar todas las pistolas calibre 9 mm del personal penitenciario destinado a controlar el gran motín del miércoles en pleno horario de visita ocurrido en los pabellones 1, 2 y 4 del Sector I de la cárcel de Chimbas. La intención del magistrado es saber de cuál de esas armas (anoche habían incautado alrededor de 25) salió el disparo que terminó con la vida del preso Andrés Sergio ‘Casquito’ Luna (20), dijeron fuentes policiales y judiciales.
Según los voceros, la principal hipótesis es que la bala no ingresó directamente por debajo del omóplato derecho de la víctima, sino que primero rebotó en otro lugar. Eso suponen porque el plomo extraído del cadáver ‘estaba deformado’, dijeron.
La revelación de la autopsia de que fue una bala la causa de muerte (el cuerpo tenía otras lesiones, incluso de esquirlas, dijeron), representó la segunda contradicción a la información oficial sobre el hecho, pues el miércoles en la cárcel se dijo que el joven había muerto por un puntazo. Ese mismo día, oficialmente también se precisó en principio que el fallecido era otro preso, Jorge Daniel Zárate.
El juez Ortiz llegó ayer al Penal de Chimbas con un par de colaboradores para inspeccionar el lugar de esa revuelta que dejó otros seis heridos, y dirigir en persona la producción de algunas medidas de prueba, como el secuestro de los libros de guardia para ver quiénes estaban afectados a controlar la dramática situación, con niños incluidos, quema de colchones y otros destrozos.
Y si bien los penitenciarios secuestraron ayer unas 25 ‘facas’, el foco está puesto en las armas oficiales: si del cotejo inicial no se establece cuál fue la usada, se incautarán otras y de ser necesario todas las de ese calibre en poder de los guardias, dijeron.
‘Un interno nos avisó que mi hijo estaba muerto. Cuando pregunté en el Penal me dijeron que estaba bien. Fuimos al hospital, luego a la morgue y allí lo reconocí, (…) el tiro le entró por el costado derecho de la espalda. A mi hijo lo mataron los penitenciarios de una de las garitas y lo único que quiero es que el juez (Benito Ortiz) me diga qué pasó. No quiero que esto quede así’, dijo Adriana González, madre del fallecido.
