Dos derrotas, 7 goles en contra en 180 minutos sin haber convertido ninguno a favor. Un descenso escalofriante en los promedios. Todo, todo junto en el momento más oscuro de Sportivo Desamparados en esta Primera B Nacional, momento en el que tocó fondo al ser goleado por Almirante Brown por 4-0 en Buenos Aires, en la que fue la más pobre y preocupante producción sanjuanina en la temporada. Perdió bien Sportivo. Fue una mezcla lamentable de errores, ansiedades, desconfianza e impotencia que lo sumió en una crisis de identidad de la que deberá salir de inmediato porque la amenaza de desmoronarse está ahí, cerca, al alcance de todos. Fue una derrota dolorosa no sólo por la cantidad de goles sino por el trámite del mismo partido porque al minuto de juego ya perdía después de que los jugadores de Almirante Brown apuraron en una pelota que parecía afuera y de que Desamparados durmiera. La conclusión de ese amanecer dormido fue lamentable porque Chavarri, solo, definió bien ante Aguiar y puso el 1-0 que cambió el planteo sanjuanino de inmediato. Otro error, otro gol.
No hubo reacción en ese golpe inicial. Fue golpe de nocaut porque Desamparados quedó groggy para los 89 minutos que le restaban al partido y solamente era cuestión de tiempo para que llegaran más goles de Almirante.
Y a los 20’ se terminó todo porque Del Cero y Rosso se equivocaron en un cierre y apareció Daniel Vega para poner el 2-0 en contra y definir el juego. Es que Sportivo fue por el descuento sin peso, sin convicción y solamente se expuso para la contra local que le perdonó la vida. En el complemento, Bonetto intentó rearmar todo pero en 12 minutos, Brown lo terminó de fusilar cuando convirtió los otros dos goles. El primero de Cisterna y el segundo de García, en complicidad con Cálgaro.
El 4-0 pintaba de cuerpo entero lo que fue Desamparados en Isidro Casanova. Un equipo sin alma, golpeado e inseguro que se sigue equivocando y que lo paga con derrotas que a veces no merece pero que esta vez sí fue justo castigo.
