Hay que ganar. Otra, en este momento del Clausura no sirve para Sportivo Desamparados. Es que ubicado en un punto clave entre pelear la permanencia y apuntarle a la clasificación, el objetivo puyutano es sumar de a tres puntos. Hoy, el fútbol y su eterna posibilidad de revancha, lo pone cara a cara con Deportivo Maipú, en Mendoza, en un clásico que puede convertirse en el partido de la recuperación. Desde lo anímico, desde lo futbolístico y desde lo estadístico. Es partido bisagra. Determinante para saber a qué y para qué jugará Desampararados en los últimos tres partidos que le quedarán de la fase regular de una temporada que lo tuvo a los tumbos.

Con todo esto, no es difícil concluir en que hoy estará en juego mucho más que los 3 puntos, porque la rivalidad suma plus y de paso, el regreso de Ricardo Dillon a una cancha en la que fue agredido y que luego terminó siendo determinante para que se cortara su ciclo anterior, le meten "pimienta" a un partido que ninguno quiere perder.

Después de la derrota inesperada ante Estudiantes, hubo algunos retoques en Sportivo. La dupla ofensiva será Piacenza-Parisi, dándole pista a Facundo, que por méritos propios se abrió camino. En el fondo, la molestia muscular de Palomeque obligó a preservarlo y Lovera jugará como segundo central, mientras que por el lateral reingresará Omar Díaz. En el medio está el cambio más sorpresivo porque Emanuel Campo era bandera de este Sportivo y ahora, Dillon decidió darle salida, utilizar a Lamberti como volante central y poner a Salinas por la derecha.

Enfrente estará un disminuido Maipú que por suspensiones no contará con tres elementos vitales en su esquema como los defensores Labaké y Bernay, además del volante Nicolás Aguirre. No será la mejor versión del Cruzado pero siempre se potencia contra Desamparados y necesita meter un partido así, clásico, como para cerrar una campaña pobrísima.

Desamparados sabe que aún depende de sí mismo. Perdió puntos y terreno de una manera increíble y hoy, por esas cosas que tiene el fútbol, tendrá otra vez la chance de cortar camino. Maipú y un clásico devaluado pero clásico al fin están en el horizonte puyutano que, esta vez, no puede equivocar el camino.