Si hubo y hay un lugar con marca registrada para el hombre elegante es, sin dudas, Sportsman (antes The Sportsman). Un tradicional negocio fundado en San Juan en 1919 por dos inmigrantes españoles -José Gil Mesa y Paulino Peñalva-, que llegó a transformarse en una gran empresa y que sigue en permanente expansión y vigencia. En esta oportunidad acaba de mudarse a calle Mendoza a pasos de Rivadavia con una renovada imagen acorde a estos tiempos y que conserva detalles de su historia.
Este cambio significativo en la modernización del negocio se destaca por el muy buen gusto y estética, y con nueva colección de prendas de vestir masculinas de alta calidad. Con sus marcas propias: Púrpura y Piedravlanca; además de Rochas, Lacoste, Levis; Cacharel e Yves Saint Laurent. En calzados y perfumes también proponen marcas de la casa que garantizan exclusividad y calidad.
Sin duda que la propuesta actual cuenta con una rica historia que se refleja en estos resultados. Cuentan que sus fundadores eran tan apasionados, trabajadores y deseosos de progresar que en esa época no tenían donde dormir, y lo hacían sobre los mostradores del local. Un esfuerzo que luego tendría sus frutos.
Poco después abrieron su primer local en Mendoza, en la calle San Martín, otro próspero emprendimiento que creció a través del tiempo.
‘En esa época casi toda la venta se hacía por cuenta corriente, sin ningún tipo de garantía, solamente la palabra empeñada valía como tal. Se vestía al padre y al hijo desde chico. Por lo que cuentan eran importantísimas las ventas para comuniones, Navidad, Año Nuevo, Día del Padre, incluso para colegiales. Son miles las anécdotas que recibimos a diario, contando historias de clientes de toda la vida’, indica Gonzalo Peñalva, actual propietario de la empresa.
Tras el terremoto del ’44, remodelaron y ampliaron el local de la esquina de Rivadavia y Mendoza, mientras que en el año ’40 compraron el icónico local de la provincia de Mendoza, de la calle San Martín y Entre Ríos, donde permanecieron hasta el 2007.
Hacia finales de la década del 50 ingresó la segunda generación, de la mano de José Gil Puisegut y Andrés Peñalva Riba, padre de Gonzalo. Claro que esta generación ya contaba con otros recursos brindados por los estudios universitarios, ambos eran contadores, por lo que comenzaron con un proceso de transformación de la pequeña empresa familiar en una compañía. Así empezó a incorporarse mayor información y sistemas de control.
‘Fue muy importante la publicidad en esa época, sobre todo televisiva de la mano del famoso Yoyo Giudice, y su personaje Adriano Bal. En el año 68 ellos compran su mayor competidor en San Juan que era Casa Pons, convirtiendose en la mayor empresa de venta de ropa para hombres del interior del país. Hasta el año 76 fueron épocas de grandes volúmenes de venta.
Solo como ejemplo, en el Sportsman de San Juan habían 35 vendedores, mas jefes de sección y gerentes; mientras que en Mendoza había casi el doble’, relata Gonzalo.
A fines de los 80 ingresó la tercera generación, a la que le tocó atravesar una serie de crisis como la hiperinflación del 89; el Efecto Tequila en el 94; y la del 2001.
‘En el 2003 tuvimos que vender la esquina de San Juan para hacer frente a los compromisos, y nos mudamos al local de Casa Pons en Rivadavia y Tucumán’, recuerda Peñalva.
A partir del 95 con la aparición de diferentes formatos comerciales en Mendoza, se abrieron locales en el Mendoza Plaza Shoping y en Palmares Open Mall, además del local céntrico.
En el 2006 dieron otro paso importante. Crearon la propia marca de ropa premium: Piedravlanca (traducción del apellido, Peña:Piedra y Alba: blanca, pero dejaron la V original del apellido).
Actualmente, Sportsman cuenta con dos locales de Piedravlanca en Mendoza y el espacio exclusivo en el nuevo local de calle Mendoza en San Juan. Se trata de un subsuelo con estilo elegante para hombres que deciden elegir las mejores prendas de la empresa que están a la altura de las mejores y más reconocidas marcas del mercado internacional.
Todos los productos de la la línea premium son diseñados y confeccionados por la misma empresa sin delegar ninguna de los procesos para garantizar máxima calidad.
Nuevos aires
En el 2007 por desacuerdos entre algunos socios, vendieron el local de Mendoza, y la familia Peñalva compra su parte a esos accionistas, a la vez que se instalan en otro local de calle San Martín.
Actualmente cuentan con tres locales Sportsman en Mendoza, (Plaza España, Palmares, y La Barraca). Dos locales Piedravlanca, (Palmares y Centro) y Sportsman de San Juan.
Gonzalo relata que el secreto del éxito de esta empresa familiar es ‘el respeto por nuestros clientes, por nuestro personal y por nuestros proveedores. Jamás hemos engañado a nuestros clientes con mensajes mentirosos; lo que no quiere decir que no nos equivocamos. otro aspecto importante de permanencia es que siempre tratamos de estar actualizados en todo para eso viajamos al menos cuatro veces al año a Europa y Estados Unidos para ver lo último en moda, decoración de locales, sistemas de facturación, packaging, servicios, vidrieras, entre otros. Siempre estamos invirtiendo y renovando nuestros locales, nuestro packaging, e incorporando lo último de la moda adaptada al mercado local. Por último, estar preparados, y saber que a veces se gana, y a otras se pierde. Pero nunca dudamos en seguir’.
