Difícil parada la de San Martín hoy en Mendoza. Complicada. Por muchos factores. Porque, quiérase o no, se trata de un clásico entre sanjuaninos o mendocinos y lo que ello significa siempre es un aditivo especial. También porque para el Verdinegro el escenario le es adverso, tanto que nunca pudo ganar ahí. Y, por si fuera poco, porque el equipo de Franco tiene que hacer lo posible para mantener la punta del torneo, esa posición de privilegio que todos envidian.
Así las cosas, la visita de hoy de San Martín al Parque Mendocino, a un Independiente Rivadavia que también tiene sus motivos sobrados para quedarse con la victoria, es todo un desafío. El partido, que cerrará el programa de la octava fecha de la Primera B Nacional, llegará televisado en directo por la señal TyC Sport y comenzará a las 21, representa para el Verdinegro un combo de objetivos. De ahí que la premisa sea sumar, por sobre todo. Si es de a tres, bienvenido sea. Si es a través de un empate, significativo también. Porque cualquiera de esos dos hipotéticos resultados lo volverían a mostrar al Verdinegro sin compañías en lo alto de la tabla de valores. En cambio, si la Lepra es el que gana, todo quedará bien estrecho. Tanto, que por ejemplo el equipo mendocino alcanzará al sanjuanino y a Rafaela, que hoy por hoy comparten el liderazgo en las posiciones.
El Verdinegro ha tenido una "semana larga" para preparar el choque de hoy. Es que en la anterior jugó un jueves para la televisión (perdió el invicto ante Chacarita) abriendo la fecha, mientras que ahora la cierra. Todo ese tiempo le sirvió al técnico Franco para pensar en una única variante: Vuelve Cristian Grabinski y va por el Pelado Melo. Entonces, el ex Chacarita hará dupla central con Diego Sosa por primera vez como titulares. El resto, todo igual. Con el tándem Barreiro-Penco-Roberval para tratar de vulnerar al equipo de Trotta. Justamente en la Lepra su coach dispuso dos variantes obligadas: entra García por el goleador Velázquez y, en el fondo, Moroso por Mainguyagu.
