Buenos Aires, 26 de abril.- Sarah Jessica Parker, más conocida como la intérprete de Carrie Bradshaw, la protagonista de la serie Sex & The City, tiene preocupado a todo su círculo interno por la obsesión que desarrolló por su apariencia física.
Pese a que siempre mantuvo una figura delgada, la actriz parece haber sucumbido ante las presiones de Hollywood y comenzó una fuerte rutina de ejercicios, acompañada por una estricta dieta, para minimizar aún más su talla extra small.
Según le confesó una fuente cercana a la revista Closer, la obsesión de Parker por su físico mantiene en vilo a la familia. “ Está preocupada por parecer mayor y siente que necesita estar a régimen para mantenerse en forma, pero lo que pasa es que se ha obsesionado”, relató la indiscreta y emblemática figura cercana.
Sobre la rutina que la llevó a desarrollar un impactante parecido con Madonna –ya conocida por sus excesivas sesiones de gimnasia y por su cuerpo musculoso-, la fuente aclaró: “Para ella es normal pasarse dos horas y media al día en el gimnasio y correr 8 kilómetros mientras come lo mínimo posible para una persona”.
Con un marcado descenso en su índice de masa corporal, Sarah sigue impactando con su figura aunque no de un modo positivo.
