Las supercomputadoras son sistemas que ocupan inmensas habitaciones, y su poder de cálculo extremo se ha destinado casi exclusivamente para usos militares, más específicamente para el desarrollo de armas termonucleares.
En la actualidad, en cambio, la potencia de la Jaguar XT5 se ha destinado a salvar al planeta, resolviendo problemas relacionados al cambio climático y las energías renovables.
El tipo de problema que se puede solucionar a través de este poder de cálculo varía desde entender los orígenes del universo hasta la dinámica de las burbujas de jabón. La administración oceánica y atmosférica por ejemplo está utilizando estas computadoras para desarrollar modelos de alta resolución para predecir el cambio climático en una escala regional.
Características técnicas
La supercomputadora Jaguar consiste de un sistema de 84 gabinetes de quad-core Cray XT4 y 200 gabinetes de Cray XT5 actualizados con procesadores de seis núcleos. Los XT4 tienen 8GB por nodo y los XT5 tienen 16, ofreciendo un total de 362 terabytes de memoria RAM de alta velocidad. El sistema XT5 tiene 256 servicios y nodos entrada/salida con un ancho de banda de 240Gb por segundo de conexión al SION y 200Gb por segundo de transmisión a las redes externas. El XT4 tiene 116 servicios y nodos de entrada/salida que proveen un ancho de banda de 44GB por segundo al SION y 100 GB por segundo de conexión a las redes externas.
Existen cuatro nodos tanto en el sistema XT4 como el XT5. Los nodos XT4 tienen un único procesador AMD quad-core Opteron 1354 "Budapest" ligado a 8Gb de memoria DDR2-800. Los del XT5 son una versión doble densidad del XT4 con 3.7 veces más poder de procesamiento y el doble de memoria. Funciona con dos procesadores AMD Opteron 2435 "Istanbul" también ligados a 8GB de memoria. El resultado es un nodo dual-socket de 12 nucleos con 16GB de memoria compartida. Cada nodo corre una versión modificada por Cray del sistema operativo SuSE Linux.
Semejante monstruo por supuesto genera grandes cantidades de calor y para refrigerarlo se utiliza un revolucionario sistema básado en líquidos (liquid cooling) llamado Ecoflex, mucho más eficiente que sistemas anteriores.
El sistema ocupa la superficie de una cancha de basket y consume unos 163 watts por metro cuadrado.
