Las integrantes de la Sociedad San Vicente de Paul ya tienen un Hogar de Día. Es por eso que pensaron en llenarlo de actividades para las personas mayores sanas, tal como ellas definen a sus ocupantes. "No es un geriátrico sino un lugar donde encontrar contención", según lo describe Carmencita Arévalo, la presidente de la entidad que armó una serie de talleres recreativos que comenzarán el próximo 1 de octubre. Entre otras actividades habrá clases de gimnasia localizada, de teatro, de plástica (con técnicas de pintura con óleos y acrílicos), del juego de mesa Bridge (juego con cartas), de museología que estarán dictados por reconocidos profesionales del medio, expertos en cada uno de los temas como ser Mabel Giménez, Mafalda Guerrero, Sabrina Hofman, José Tascheret, entre otros.
Es más, en la segunda quincena de octubre, comenzarán con una actividad recreativa vinculada al armado de arreglos florales a cargo de Elena Correa de Basáñez.
Todas las propuestas son tanto para varones como para mujeres y están abiertas al público en general, sean de la edad que sean. Los encuentros serán una vez por semana. De todos modos, para obtener mayor información, especialmente de días, horarios y costos, los interesados deben dirigirse a Matías Zavalla 205 Norte (esquina San José) de lunes a viernes de 9.30 a 18.30.
"Estos talleres no sólo están pensados para la gente que va a ir al hogar sino además para la comunidad toda, para aquellos que quieran hacer algo distintos. La idea del Hogar es que haya un espacio para compartir un almuerzo, un té e inclusive cultivarse con estos talleres", indicó Carmencita, una de las ideólogas del hogar en cuestión.
La Sociedad de Beneficencia San Vicente de Paul funciona en la provincia desde 1887. Levantando siempre la bandera de la solidaridad, sus principales acciones pasan por la ayuda a los más necesitados. Es por eso que tienen familias a cargo (con las que colaboran silenciosamente cubriendo algunos gastos, dinero que juntan con una cuota mensual de sus socios), pero también contribuyen con las necesidades de personas enfermas.
"Nuestro lema es ayudar al que más lo necesita y si bien somos una sociedad basada en principios católicos, lo hacemos sin mirar ni distinguir entre credos y razas. Ayudamos a todos por igual. Sólo nos importa hacer caridad", explica Carmencita Arévalo.
