Con un discurso de 45 minutos, el presidente de Cuba, Raúl Castro, clausuró ayer una inédita Conferencia Nacional comunista con una cerrada defensa del modelo de partido único, al que la isla no renunciará por ser un ‘arma estratégica‘ para su unidad y soberanía frente a las agresiones del ‘imperio‘.

A quienes pensaron que este cónclave iba a suponer ‘el inicio del desmontaje del sistema político y social‘ de la revolución cubana, el general Castro, de 80 años, les respondió que la isla no renunciará al partido único porque eso supondría ‘legalizar en suelo patrio al partido o los partidos del imperialismo‘.

También a los que exigen restaurar el modelo ‘que existió bajo el modelo colonial de Estados Unidos‘ les instó a tener en cuenta la ‘historia de permanente agresión, bloqueo económico e injerencia‘ que enfrenta Cuba‘.

Castro cuestionó la vigencia y utilidad de las democracias representativas donde, dijo, el poder político se concentra en la élite económica y financiera’.