Ahora, la boda de Jennifer Aniston y Justin Theroux podría cancelarse ya que ellos no se ponen de acuerdo en ofrecer o no alcohol en la celebración.
Sucede que la actriz tiene una marcada inclinación hacia las bebidas alcohólicas, por lo que su prometido no quiere que ese día ella sobrepase sus límites y él un espectáculo poco agradable a los invitados. Él que no, ella que sí. Al final, el casamiento corre peligro otra vez.
