Él dice que no, pero un encuentro informal en Rivadavia y una charla con un casi expulsado del peronismo hicieron ruido en círculos íntimos del justicialismo local, incluso varios se lo preguntaron a él. Ruperto Godoy siempre quiso, pero nunca hizo nada -al menos visiblemente- para convertirse en candidato a Gobernador. Prefirió llevarse bien con José Luis Gioja y ser su apoyo en Buenos Aires, tarea que el Gobernador le reconoce públicamente y que premió con una Senaduría, cargo para el que hay que hacer mucho mérito, interno y externo. A pesar de su comprobada fidelidad y apego al proyecto giojista, nadie puede negar que se trata de alguien que convence dentro del PJ y fuera, más que nada en Buenos Aires. ¿Se anotará Godoy en el lote de precandidatos? Al menos, parece que le gusta sondear los escenarios, y eso, ya es una señal. ¿Ser o no ser? una pregunta que el Senador estaría dispuesto a enfrentar, aparentemente.
El cómo
Un colaborador suyo, en medio de un encuentro culinario con compañeros peronistas, lanzó el siguiente párrafo, más o menos textual: "Peto, vos tenés que empezar a jugar, nosotros te vamos a ayudar, nosotros te vamos a impulsar", dijo un distraído. "No", dijo él entre risas. La frase surgió en medio de algunos partidarios de Godoy y gente que no pertenece al Justicialismo. Ante esto, hay sólo dos posibilidades: que Godoy quería filtrar lo ocurrido o que debe colocar un bozal a quien abrió la boca. En cualquiera de los casos, resulta evidente que el tema se charla puertas adentro.
El dato, negado por Godoy de cabo a rabo, llegó incluso a la redacción de DIARIO DE CUYO y caló hondo en ciertos sectores del Gobierno Provincial. Si la intención era medir el escenario, el Senador no tuvo buen recibimiento. Y es que nadie tendría una bienvenida de rosas en estos días. Porque es un momento en el que cualquier jugada se nota. Ahora, cuando nadie está mostrando nada -al menos en las apariencias- quien asome la cabeza, puede sufrir una amputación. Gioja mismo se encargará de bajarle la palanca a la guillotina, bajo su solemne estrategia de no armar internas antes de tiempo. O serán los compañeros los que irán a jalarle el pantalón al Gobernador para advertirle la jugada de Godoy, buscando alguna represalia para ir despejando el camino. Ninguna de las dos es conveniente, pero sí es oportuno correr esos riesgos y saber quién es quién, justo en este momento, donde, justamente, nadie asoma la cabeza.
Es más, la información no sólo llegó a los oídos de los periodistas, también recaló en algunos de la oposición interna del peronismo -no hay muchos-. Alguno de ellos (y reservando nombres para cuidar la integridad de Godoy) lo arengó. El legislador lo miró de reojo, le habrá hasta esbozado una sonrisa, pero al final se alejó rápido, no vaya ser que lo vean cerca.
No hace mucho este mismo rumor saltó de las entrañas del justicialismo. Como ahora, Godoy lo negó. Aquel momento era peor, ya que el dicho iba acompañado de ciertos rumores de una línea directa del legislador con "progres" capitalinos. Nada más lejos del peronismo sanjuanino. "Peto" se convirtió, y hay que reconocerlo, en el alfil más defensor de proyectos difíciles de presentar ante la opinión pública para el Gobierno Nacional: Casamiento gay -su voto a favor le costó varios amigos en San Juan-, Fútbol para Todos, la pelea con el campo, entre otros temas. Mientras el propio Gioja pedía unidad en el conflicto con los ruralistas, Godoy criticaba a esos "enemigos" del Gobierno. Siempre fue más allá de las defensas giojistas. Un K, con mayúsculas.
Ojo, no está solo. Si quiere ser, debe sumarse al lote que todos mencionan: Sergio Uñac, Marcelo Lima, Juan Carlos Gioja, Daniel Tomas, Juan Carlos Abarca. ¿Abarca? Sí, el reelecto intendente albardonero quiere y siempre quiso, no lo dice. Es prudente, pero dio señales de querer cruzar el puente en la elección pasada. Intentó, y fue inteligente al retirarse.
De todos los mencionados, Godoy es quien mejor relación tiene con la Casa Rosada, y esto no es un dato menor. Es más, es justo lo que al resto de los supuestos competidores, les resta conseguir.
Habrá que ver cómo termina esta historia, si Godoy destapa la olla, si es como él dice: "No hay nada de eso" o si prefiere dejar pasar el tren.
