Un taxista que el 18 de septiembre de 2011 fue detenido en el control policial de San Carlos, Sarmiento, por transportar 2,6 kg de cocaína en el tubo de gas del vehículo de alquiler que conducía, volvió a caer preso por su presunta vinculación a otra maniobra delictiva: esta vez Marcelo Moreno (62) quedó complicado como supuesto cómplice de un secuestro virtual que, al parecer, fue orquestado por al menos un preso del Penal de Chimbas, dijeron fuentes policiales y judiciales.
El hecho trascendió ayer pero ocurrió el pasado miércoles en la madrugada en inmediaciones de la plaza de Juan Jufré y avenida Rawson, en Concepción, Capital. Allí, Moreno recibió una paliza de las propias víctimas, Luis Ariel Reinoso (43) y el supuesto secuestrado, su hijo Luis Gabriel (18), precisaron. Y fueron los policías del Comando Radioeléctrico al mando del comisario Oscar Agüero, quienes evitaron que la golpiza fuera mayor: lo esposaron y lo llevan a la Central de Policía con el taxi Chevrolet Corsa de la firma Vip que conducía, informaron voceros policiales.
La versión de los pesquisas es que esa madrugada Reinoso recibió un llamado en su casa de Santa Lucía, en el que fue hábilmente embaucado con la mentira de que su hijo había sido secuestrado. Una vez que cayó en la trampa, empezaron a exigirle dinero (se habló de sumas de $2.000 a $5.000), hasta que finalmente se acordó la entrega de un televisor y una Play Station, lo único que tenía la víctima para entregar.
En ese mismo llamado se acordó el lugar de entrega del rescate, pero en medio de la maniobra una familiar llamó a Reinoso para decirle que el chico estaba bien y entonces todo se complicó para el taxista, que también había terciado en los llamados, dijeron.
Ahora, es posible que el juez Maximiliano Blejman atribuya el delito de tentativa de estafa a Moreno, mientras los policías investigan su posible nexo con presos del Penal.
