Si bien no hay recetas, es popularmente sabido que hay algunas fórmulas y métodos de mnemotecnia que pueden ayudar a la hora de estudiar para rendir un examen. 1. ¿Cómo prepararse? Intentar repasar los apuntes durante todo el mes (si se tiene más tiempo mejor) y no un día antes de la prueba. Recordar los temas que más se han discutido en clases y sintetizarlos en cuadros sinópticos. Apelar a la memoria visual haciendo esquemas con colores. Determinar las ideas, palabras o conceptos básicos. Anotar todas las preguntas que se crea que se pueden preguntar en el examen y contestarlas en voz alta para practicar. Tratar de explicar lo aprendido con las propias palabras y usando el vocabulario preciso. 2. Antes del examen Si es mejor repasar o responder a las preguntas de los compañeros, depende de cada uno. Para algunos es un modo de tener los conceptos claros, para otros en cambio, puede llegar a confundir. A veces es positivo que un familiar escuche lo que hay que exponer. De todos modos el mejor secreto es escucharse uno mismo. 3. En el examen Leer varias veces lo que se pregunta y preste atención a todas las indicaciones. Repartir y organizar el tiempo proporcionado para contestar. Revisar las respuesta antes de entregar. Si el tipo de examen es con preguntas de verdadero o falso: corroborar dónde se coloca la tilde, considerar verdaderos a los enunciados sólo si son absolutamente correctos, tener cuidado con palabras específicas como “nunca”, “siempre” o “nadie”. Las afirmaciones extremas son casi siempre falsas. Si es con preguntas con alternativas generalmente piden elegir la respuesta correcta entre un número de enunciados. Esta se identifica haciendo una serie de preguntas sobre el asunto y se van descartando las incorrectas. Si hay que unir respuestas, es conveniente revisar si ambas columnas tienen el mismo número de opciones. Unir las flechas que se está seguro que son correctas. Revisar las dos columnas una vez más para ver qué opciones quedaron sin unir. Si es para responder desarrollando el enunciado es conveniente: primero que todo leer muy bien las preguntas, hasta entender completamente lo solicitado. Analizar las preguntas. Repasar y corregir las respuestas, tanto en contenido como en ortografía y gramática.
