Se ganó un lugar en la historia por ser la mayor tragedia que azotó San Juan. Ahora, casi 70 años después, la furia del terremoto de 1944, que se cobró miles vidas en la provincia, hace vibrar a argentinos y extranjeros en la edición 2013 de Tecnópolis. Y se ha convertido en un de las atracciones más populares de la feria.
El espacio de Geología de Tecnópolis invita a vivir en vivo la intensidad del terremoto, que el 15 de enero de 1944 convirtió a la ciudad de San Juan en una pila de escombros. El visitante tiene además la posibilidad de adentrarse en las profundidades de la tierra para descubrir cómo se forman estalactitas y estalagmitas y apreciar la variedad y diversidad de piedras preciosas y semipreciosas.
Pero para quienes les gusten las emociones fuertes, el pabellón de Geología del Ministerio de Ciencia y Técnica invita a experimentar una recreación del terremoto de San Juan de 1944, de 7,8 grados en la escala Richter, a través de un simulador -una cabina ambientada- que emula ser el living de una casa.
Todo comienza con una charla introductoria brindada por estudiantes de Geología de la Universidad de Buenos Aires que hace una reseña histórica en la que se proyectan fotos de época y se intenta hacer tomar consciencia a los visitantes sobre la trascendencia de este tipo de fenómenos.
“Si bien acá, en Buenos Aires, no ocurren, sí se producen en gran parte del país, sobre todo en la zona cordillerana y queremos que la gente tome consciencia”, explica Jorge Lozano, estudiante de Geología de la UBA
encargado de recibir a los visitantes, solventar dudas y coordinar las actividades del stand.
El momento más intenso de la experiencia se produce una vez terminada la parte informativa cuando el público vivencia una experiencia en la que se sincronizan movimientos, efectos especiales y recursos audiovisuales para la simulación controlada de un terremoto.
El simulador es un modelo de exhibición que reproduce los movimientos horizontales de la corteza terrestre a través de un sistema servo mecánico e hidráulico.
La instalación, íntegramente diseñada y producida en la Argentina por la empresa BDTec S.R.L., mezcla distintas tecnologías desde la mecánica, hidráulica y electrónica, hasta multimedia, software y control automático.
La atracción también propone conocer las innovaciones existentes en nuestro país en materia de arquitectura antisísmica y cómo esos esfuerzos de ingeniería contribuyen con la mitigación de los efectos de un terremoto en estructuras edilicias.
El 15 de enero de 1944, diez minutos antes de las nueve de la noche, un sismo de 7,8 grados en la escala de Richter dejó entre ruinas el San Juan colonial por sus efectos devastadores. Hubo entre 8.000 y 10.000 muertos y cerca del 90% de los edificios de la ciudad quedaron destruidos, afectados no sólo por la magnitud del temblor sino porque las estructuras no estaban construidas bajo estándares antisísmicos.
