Los hijos del ingeniero Raúl Tellechea, desaparecido el 28 de setiembre de 2004, sufrieron otro revés en la justicia federal: esta vez no prosperó su intención de que el caso de su padre sea investigado en ese fuero como una “desaparición forzada de persona” y que se considere a cuatro ex directivos de la Mutual del Personal de la Universidad Nacional de San Juan (Luis Moyano, Miguel Del Castillo, Eduardo Oro y Luis Alonso), sospechosos de esa maniobra, dijeron fuentes judiciales.

“Considero que, más allá de las explicaciones brindadas por el denunciante, entendibles desde el punto de vista humano, la extensión de la jurisdicción federal no cabe al caso traído a estudio, en cuanto tiene una motivación particular y a mi juicio no existe la posibilidad de que resulte afectada directamente o indirectamente la seguridad nacional o alguna de sus instituciones (…)”, asegura en su fallo el juez federal Leopoldo Rago Gallo.

Este magistrado ya había desestimado dar intervención al fuero federal en otro planteo por Tellechea: el 3 de marzo de 2005 rechazó una denuncia por el supuesto secuestro extorsivo del ingeniero, porque entendió que una serie de llamados recibidos por un familiar representaban más bien una maniobra extorsiva para aprovecharse de la situación.

Ahora, pasó la denuncia al juez de instrucción en turno, donde podrán aceptarla o no, algo que provocaría la intervención del máximo tribunal del país.

La resolución representó una clara adhesión a la opinión del fiscal Juan Carlos Yannello, quien sostuvo: “No estamos ante en presencia de un delito de lesa humanidad ni ante una presunta desaparición forzada de personas. No existe ninguna prueba de que alguien privó ilegalmente de la libertad a Raúl Tellechea y menos aún la connivencia del Estado en tales supuestos”, asegura Yannello en su dictamen.

Y agrega: “La posible participación de integrantes de la mutual junto a la también posible ayuda del Estado en la desaparición del causante que invocan sus familiares, aparece como un intento desesperado para obtener algún resultado y como un último recurso para que, además, intervenga la justicia federal, cuya competencia para nada ha sido invocada por los jueces provinciales que ya intervienen en la causa”.

Raúl Tellechea cenó con su pareja y la hija de la mujer la noche del 27 de septiembre. Alrededor de la 1 del día 28, se fue. Vivía solo en un departamento en Capital. Allí sus allegados entraron la noche de aquel 28 con la llave que solía ocultar en un lugar cercano a la puerta.

Adentro, se toparon con que estaban todas sus cosas de uso más habitual: la insulina, sus anteojos, su celular, su DNI, su bicicleta y toda su ropa. Dos días después fue denunciado por fraude en la mutual, pero fue sobreseído. Sus denunciantes pasaron luego a denunciados y también fueron sobreseídos. Tellechea ya fue declarado presuntamente muerto en la justicia civil.