Las reinas llegaron sin capa. Los hombres que eligieron posar con traje sostuvieron los sacos en la mano hasta un segundo antes de la foto. El bailarín de árabe se puso su traje del lado blanco, y no del negro, para repeler un poco los rayos del Sol. Y el climatólogo fue consultado por más de uno sobre cómo seguiría el clima. Así, en la sesión de fotos que DIARIO DE CUYO realizó para retratar a todas las personas que se destacaron y tuvieron un espacio en sus páginas durante el año 2009, el tema obligado fue el calor, que hizo que la mayoría se pasara, con mayor o menor disimulo, el puño por la frente.
La alta temperatura y la humedad del ambiente sirvieron para hacer chistes, generar discusiones y para hablar de los atuendos. Pero todos las personas que formaron parte de la sesión de fotos se mostraron bien predispuestas, se saludaron con simpatía y disfrutaron la reunión.
Roberto Correa, el bailarín de folclore, fue uno de los personajes que más tuvo que sufrir por el traje que usó para lucirse en la foto. Llegó al flamante Hospital Rawson vestido con bombacha y camisa negra y el sol le pegaba fuerte. Pero, según comentó, lo que más le molestó fueron las botas de cuero.
Leandro Illanez, el bailarín de árabe, también comentaba que su traje no era el apropiado: "Tiene 12 metros de tela porque es un traje reversible. Estoy asado"’
Los que llegaron juntos y discutiendo por el sentimiento que les despertaba el calor eran Víctor Miclniezuk y Eduardo Tejada, que se pasaron el último año en la Antártida. "Yo me fui a comprar un aire acondicionado ayer. Mi esposa me dijo "qué exagerado, es muy grande", y le contesté "pasé un año congelándome, siento el calor mucho más que antes", contó Víctor. Por el contrario, Eduardo le respondió que "justamente, pasamos tanto frío que yo estoy feliz con el calor sanjuanino".
Las reinas aprovecharon las altas temperaturas para usar vestidos escotados o cortos. María Fernanda Vidal, la Reina del Trabajador Minero, por ejemplo, tenía un vestido blanco tan corto que se llevó las miradas de la mayoría de los hombres. Y Belén Chávez, la Virreina Nacional del Sol, aprovechó para usar un vestido azul con la espalda descubierta.
Los deportistas tampoco sufrieron tanto. Por costumbre, fueron vestidos de sport con remeras mangas cortas. Y los políticos, como el radical Nahuel Ibazeta, esperaron la foto con el saco en la mano. En cambio, Hernán Vera, el presidente de Minas Argentinas, permaneció estoico con su saco negro puesto.
Uno de los primeros en llegar a al flamante edificio del Hospital Rawson fue el realizador cinematográfico Pepe de la Colina, acompañado por el actor Boy Segovia, que llegó interpretando a Domingo Faustino Sarmiento. De la Colina cargaba el saco grueso y largo de Sarmiento, que Segovia se puso para la foto, diciendo: "No es el mejor momento para usar este atuendo. ¿Por qué no hacen esta producción a mediados de año, que no hace tanto calor?". Y cuando alguien le sugirió que el clima así al menos sirve para templar el espíritu, respondió de inmediato que "no, así no se templa el espíritu… ¡se cocina!" . Pero respiró al entrar a los pasillos del hospital, donde el aire acondicionado despertó suspiros de todos. Y en ese momento, una de las nietas del acordeonista Marcialito, que había ido acompañado por su familia, lo señaló y le dijo: "Sarmiento, hace calor para usar esa ropa".
El gobernador Gioja fue el que sacó provecho de la condición climatológica: usó el calor de excusa para animar a todos a que se acomodaran rápido para la foto. Pero, en realidad, su apuro se debía a que quería volver a su casa para seguir viendo el partido de fútbol entre Estudiantes de La Plata y el Barcelona. Ya había arrancado con las insinuaciones: "Dale, que Estudiantes va ganando uno a cero", había apurado afuera.
Para desgracia de todos, el último en hablar del tema fue el climatólogo Germán Poblete, que cuando estaba saliendo del edificio, sentenció: "Hoy no van a llegar ni el viento ni la lluvia para refrescar el ambiente".
