Se rescata la riqueza de los detalles y los accesorios que se usaron en los "30, como pañuelos, sombreros, chambergos de fieltro, prendedores, ruanas y chales tejidos al telar y bufandas.
El negro es el protagonista, le siguen los grises con toques de azul, rojo, verde inglés y violeta. Las combinaciones bitono están muy presentes, tanto en las prendas como en el calzado y la marroquinería.
La sastrería adquiere un lugar de privilegio en las propuestas para hombre y mujer.
La camisería femenina se engalana con escotes con lazos, moños, encajes y jabot y la masculina propone diseños clásicos y también con alforzas y tablas.
