-¿Cómo te encuentra tu presente futbolístico?

-De la mejor manera. Encontré en San Miguel lo que necesitaba. Es un club humilde donde la gente tiene otra ideología del fútbol. Allá no interesa lo económico, se valoran otras cosas. Por suerte estamos en un buen presente y en lo personal lo estoy disfrutando mucho porque no me quedan muchos años en el fútbol, así que trato de aprovechar cada instante.

-¿Te estás planteando el retiro?

-Sí. Tengo compañeros que tienen veintipico de años y uno que ya cuenta 35, nota esa diferencia física. Por ahí uno tratar de contrarrestar lo físico con la experiencia. No me puse fecha, pero se que el retiro está cerca.

-Pasaste por casi todos los clubes (Peñarol, Villa Obrera, Desamparados, Alianza, Trinidad, Del Bono y San Miguel), ¿te hubiese gustado jugar en algún otro?

-Sí, en Unión. Me atrae por cómo lo vive el hincha. Está siempre en las buenas y en las malas. Creo que el hincha de Unión y el hincha de Sportivo es único. La fidelidad que tienen no la tiene cualquier hincha. No se dio de jugar ahí, pero tampoco me siento mal por eso.

-Al futbolista le cuesta decir de quien es hincha, ¿sos uno de esos?

-No, yo sí lo diría pero no me identifiqué con ninguno. En Peñarol nací futbolísticamente y Sportivo es Sportivo. Vivo en un barrio muy puyutano (Rivadavia Norte), todos mis amigos son fanáticos de Desamparados, mi hermano es hincha de toda la vida. Pero tengo mi corazón dividido. Mira las coincidencias, porque el club de mi barrio, que es mi cable a tierra, se llama Club Rivadavia Norte y tiene los colores del bohemio. Es toda una casualidad.

-Ascendiste dos veces al Argentino A (con Villa Obrera y Desamparados), ¿cuál te gustó más?

-Es difícil elegir uno. Porque con Villa Obrera fue importante porque yo era un pibe, fue muy importante para mí. Y con Sportivo también porque ese plantel fue bárbaro. Estaba Silvio (Prieto), Peti (Mariano Nuñez), Ariel Moyano, el Kili (Miguel Arrieta), el Fino (Julio Balmaceda) y el Toto (Alberto Páez), ellos hicieron todo. Nosotros nos sorprendíamos de ver como jugábamos, no nos paraba nadie.

-¿De dónde surge tu apodo?

-Un día, cuando yo era pibe, estabamos viendo un entrenamiento de Peñarol y un compañero me dijo "mirá sos igual que el Chaca’, que era un chico que jugaba en Primera. Entonces surgió. Es muy chistoso, porque después de muchos años me encontré con ese chico, y cuando me saludó me dijo "Yo soy el Chaca’ (risas).

-¿Qué es lo más importante en tu vida?

-Mi hija (Mía Morena). Ella es lo máximo. Es mi razón de ser, la que me acompaña a todos lados. Nos complementamos muy bien. Ella es todo.