-Usted dice que la diferencia de Cristina en las primarias era previsible. ¿Eso frenó sus ganas de ser candidato a presidente?
-En aquel momento yo convoqué a sentarnos a una mesa para acordar propuestas. Y en el camino, ver si se podía reducir la cantidad de candidaturas, porque veía que la fragmentación atentaba contra la mayoría que estaba dispuesta a un cambio. Al no tener éxito, es donde decidí volver a lo que habíamos empezado y no ir a esta lucha de propuestas muy lideradas por el ego.
-Gioja dijo hace poco que si lo apuran un poco, usted diría que hay que votar a Cristina porque es la única que le garantiza la gobernabilidad que necesita en Capital Federal.
– No, no. Yo tengo diferencias de visión del futuro de la Argentina respecto a la Presidenta, pero eso no significa que no haya muchas cosas en las que podamos trabajar juntos. Si entendemos que enemigo no es el que piensa distinto, sino solamente un adversario. Enemigo no puede ser otro que sueña con un país mejor.
-¿Nota un cambio de actitud en la Presidenta?
-Entre nosotros hubo llamados de felicitaciones mutuas y los veo como un punto de partida para intentar trabajar en equipo. Tenemos que convivir. Pero tan solo es un punto de partida, no hay nada concreto. Hasta ahora no hemos podido tener una relación con la Presidenta, tengo toda la esperanza y la vocación de tenerla a futuro. Hay muchas cosas para trabajar hasta 2015 con quien sea el futuro presidente.
-¿Va a ser candidato a presidente en 2015?
-Sé que tenemos la tarea por delante y por eso me pone contento venir a San Juan y ver que los muchachos van creciendo, ver el buen resultado de Cáceres en la Capital, hay una esperanza de que construyamos una propuesta PRO para 2015 y la vamos a construir. Hay muchas ganas y creo que se va a dar…
-¿Por qué el proyecto de PRO no termina de prender en todo el país?
-Es un país muy grande y conseguir liderazgos locales que pasen a ser conocidos no es fácil. Por eso Miguel Del Sel fue una revelación. La construcción va a avanzando, recién llevamos cinco años. Es poco tiempo en política.
-¿También era previsible el resultado que obtuvo Gioja en San Juan?
– Me sorprendió, porque yo soy de los que está a favor de la renovación. En Boca, el presidente puede ser electo indefinidamente y yo cambié, al revés de todos. Puse que máximo dos mandatos y eso generó que Boca tenga un salto de calidad institucional, en términos de que nadie se va a perpetuar.
-Ernesto Sanz aseguró que Gioja maneja absolutamente todo, también al frente que componen PRO y el basualdismo…
-Tendrá otra fuente de información. Yo me guío por lo que me dicen Hugo Ramírez y los muchachos.
-En 2009 dijo que iba a intentar que Mauricio Ibarra se sumara al bloque de PRO y no tuvo éxito.
-Siempre tenemos vocación frentista, con Basualdo veníamos trabajando. En varias provincias constituimos Unión PRO de varias maneras. Insisto, tenemos que ser coherentes, nosotros creemos que son más las cosas que nos unen que las que nos separan.
-¿Con Basualdo hay garantías de que los eventuales legisladores de su espacio estén en el bloque PRO?
-Hay un compromiso de trabajar juntos, ahora para 2013 y 2015. Creo que esta elección va a servir para clarificar que no sirve creer que cada uno tiene un montoncito. Si hice la alianza es porque me arriesgo y apuesto a lo mismo de 2009. Basualdo es grande, hay que preguntarle. Yo confío en que vamos a trabajar juntos.
-La Argentina sigue creciendo en términos económicos. ¿Fue buena la opción de basar las críticas al Gobierno nacional en su política económica?
-El ciclo económico es de los mejores que ha habido en la Argentina. ¿Por qué? Porque es de los mejores que ha habido en el mundo. Los últimos cinco años son el lustro cuando más creció el mundo en su historia. No es fácil explicar en un contexto donde claramente se está mejor que en 2001, cosas que podríamos estar haciendo que garanticen que este ciclo de bonanza llegase a todos los argentinos y no solamente a algunos. Es mucho más difícil si la oposición está fragmentada.
-¿Habrá algún acierto de la gestión kirchnerista?
-Sí, claramente ella ha sabido apropiarse de este ciclo. Lo mismo le ha pasado en Brasil a Lula o en Colombia al asesor de Uribe. Con un poco de habilidad y un ciclo económico a favor, es una muy buena condición para conseguir apoyo en los votos.
-¿La Policía Metropolitana sirvió para bajar el índice de delitos en la Ciudad?
-Tal vez es lo más importante que hemos hecho. Cuando las instituciones han ido para atrás, según el criterio de los analistas, nosotros creamos una institución de cero, nueva, contra viento y marea. Es un éxito, hoy funciona, es un ejemplo en otras ciudades…
-¿Lo puede demostrar con estadísticas?
-Nosotros tenemos 3.000 policías, es tan importante como la Policía de San Juan. Hoy la Metropolitana cuida a 700 mil porteños, mucha gente. Es tan sólo un tercio de la Ciudad. Es mucho, con la mejor tecnología, la mejor formación, escalarlo lleva tiempo y plata.
