Dueña de una voz privilegiada y una carrera brillante en el mundo de la lírica internacional, Verónica Cangemi divide su tiempo entre París, donde vive, y Mendoza, donde nació y viven sus dos hijos adolescentes, que viajan a Europa bastante seguido de visita porque ‘se manejan solos en los aeropuertos’. Actuó en los mejores escenarios del mundo como la Scala de Milán, fue protagonista de clásicas óperas, fue dirigida por destacados directores y logró ser bien considerada por eminencias como José Carreras o Plácido Domingo- a quien invitó a cantar a Mendoza el año próximo, si su salud lo permite-. Cálida y sencilla, esta mujer de mundo es además hija de una sanjuanina que no la deja olvidarse de esta tierra.

Comprometida con la capacitación de los cantantes líricos en la Argentina, Cangemi, a los 48 años y con más de 20 de profesión, atraviesa su mejor momento y llegó a San Juan para brindar una master class (ver aparte).

-En Europa el cantante de ópera tiene un lugar privilegiado, en Argentina eso no pasa, ¿no?

-Y sí, es completamente normal, yo he grabado treinta pico de discos, tengo 4 premios Grammy, dos Diapasón de oro en el festival de Cannes; tengo un lugar en la ópera extranjera. Cuando voy a un lugar, los sponsors ponen mi foto para pasearla por la ciudad y dicen está ‘la Cangemi’ en la ciudad, voy a programas de tele, a las casas de discos y está mi fotografía grande… Ciertamente cuando llego a la Argentina no está todo eso, pero no estoy ni enojada, ni triste, al contrario eso hace que tenga un valor agregado a mi formación intelectual, porque creo que las personas no valen sólo por ser alguien sino por lo que entregan.

-¿Tu nombre permite que esos artistas vengan a la Argentina?

-Sí, exactamente, estoy fascinada con eso, porque el Teatro Colón me dijo a quién traemos para el año que viene y yo les dije a ver lo llamo a Richard Croft y le pedí que venga. Por eso digo que estoy disfrutando de un momento extraordinario, porque estoy en contacto con cantantes como Plácido (Domingo), también.

-¿Sentís que abrís caminos?

-Sí, es como un deber mío cuando vengo a Argentina, escuchar gente, contar mis experiencias, cómo hice una carrera. Además nunca me olvidé porque tengo una madre cantante, sanjuanina, que fue mi maestra y lo seguirá siendo.

-¿Ella te une a San Juan?

-Mi mamá, Fenicia, es hija de un siciliano y una criolla, que era hermana de Hilario Cuadros. Siempre me habla de que tengo que hacer cosas por Mendoza y lo mismo por San Juan, es por esto que dije no me puedo olvidar. Ella quiere morir en San Juan, y que cuando muera, me pide por favor que hable para traer sus cenizas y tirarlas en el museo de Sarmiento (Casa Natal), porque es sarmientina. Para mí San Juan es muy fuerte en el tema espiritual.