San Juan, 17 de setiembre.- Galvarino Apablaza Guerra, o “El comandante Salvador”, ex líder del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), es el hombre más buscado por las autoridades trasandinas, acusado, entre otros crímenes, de ser el autor intelectual del asesinato en 1991 del ex senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI) Jaime Guzmán.

La corte suprema de Justicia de la Nación decidió el martes pasado que los cargos que se le imputan, (asesinato de un senador pinochetista y secuestro de una directiva del diario El Mercurio), no habilitan el otorgamiento del asilo político por parte del Estado Argentino.

Guerra le solicitó al Gobierno argentino asilo como refugiado político con el objetivo de evitar la extradición a Chile. Pero a esta historia se le agrega un dato curioso, al menos: la esposa de Guerra, Paula Chahín Ananía, es periodista y trabaja dentro de la Casa Rosada, a metros del despacho de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

A pesar de la decisión de la corte suprema de justicia, la última palabra sobre le terma la tiene la presidenta de la Nación, y la posibilidad de que ignore el pronunciamiento del máximo tribunal de justicia nacional generó ruidos en la relación chileno-argentina.
En principio, la visita presidencial con motivo del festejo del bicentenario de la república trasandina durará sólo 4 horas, y se descartó una reunión a solas entre Fernández de Kirchner y Piñera.

El pedido de asilo por parte de Guerra es apoyado por numerosas organizaciones de Derechos humanos, y criticado por constitucionalistas identificados con la derecha política, quienes asimilan los homicidios con crímenes comunes, mientras que los organismos de DDHH los reivindican como parte de la lucha revolucionaria.