Tres meses después de su mediática detención en Nueva York por una denuncia de agresión sexual, Dominique Strauss-Kahn respiró ayer aliviado después de que un juez neoyorquino diera carpetazo a su odisea judicial en una vista en la que le retiró todos los cargos.
‘Estoy deseando volver a mi país, pero antes debo resolver algunos asuntos‘, afirmó Strauss-Kahn al llegar al apartamento de lujo donde tiene instalada su residencia en el barrio neoyorquino de Tribeca, procedente del tribunal de Manhattan donde recibió la noticia de que quedaba libre de cargos.
El político francés pronunciaba así sus primeras palabras en público desde su detención en Nueva York el pasado 14 de mayo y lo hacía tras haber celebrado en un comunicado el fin de la ‘pesadilla‘ que ha vivido después de que Nafissatou Diallo lo acusara de agresión sexual.
DSK espera ahora ‘volver a su hogar y tratar de volver a tener una vida más normal‘, ahora que ha terminado el caso que acabó con su carrera al frente del Fondo Monetario Internacional. El político y economista esperaba ayer recibir el pasaporte que las autoridades estadounidenses le requisaron, con lo que podría tomar si quisiera el primer avión rumbo a París.
