Un examen mental señala que tiene "un desnivel significativo en la madurez psicosexual", con evidentes perturbaciones en su sexualidad y una "homosexualidad latente", a la vez que se esfuerza para reafirmar su masculinidad. Estos son los rasgos de un sujeto que enamoró a una mujer, que vivió con ella y su hija entre 2013 y 2014 y que hizo de su estadía en ese hogar una verdadera pesadilla para esa nena de 6 años. Una pequeña que lo llamaba "papá del corazón", aunque él le devolvió esa demostración de cariño con al menos 30 ultrajes sexuales y las más humillantes vejaciones que la marcaron para siempre.
Él es un muchacho de clase media de 27 años que alguna vez trabajó de mecánico de motos y que fue detenido en noviembre del año pasado en Neuquén tras fugarse de San Juan. Esta última semana el juez Alberto Benito Ortíz, del Primer Juzgado de Instrucción, lo procesó con prisión preventiva por corrupción de menores y abuso sexual con acceso carnal, agravado por su situación de convivencia y de guardador.
El hombre mantuvo un noviazgo con la mamá de la niña desde 2010. En noviembre de 2013 se fueron a vivir juntos, pero en enero de 2014 ella lo echó porque no trabajaba. Aún así, él siguió frecuentándolas, incluso cuando la mujer no estaba y se quedaba con la pequeña, que en ese entonces tenía 6 años y lo llamaba su "papá del corazón". Lo que no sabía la mujer es que, en su ausencia, el hombre abusaba de la niña.
La investigación indica que el hombre le mostraba fotos y videos pornográficos, también dibujos animados XXX como el de la Sirenita, y la obligaba hacer los mismos juegos sexuales. También trascendió que la accedió carnalmente de distintas formas y que hasta la hacía bailar desnuda para él masturbarse, todo esto en medio de palabras obscenas, frases tales como que le hacía eso "por bonita" o "cómo no te voy a querer" y amenazas de que, si le contaba a alguien, su mamá se iba a enojar o que él iría a la cárcel.
El 31 de agosto de 2014, la mujer notó que la nena tenía moretones en sus pechos. La niña no quería hablar, pero le terminó contando todo y eso derivó en la denuncia. El hombre se fugó, luego se contactó a través de Facebook con su ex y ahí prácticamente reconoció los abusos.
