Alguna vez remarcó que era su gran ídolo desde que llegó a Boca. Con apenas 14 años y en su función de alcanzapelotas se dio el gusto de retratarse para siempre junto a él, en la mítica Bombonera. Ayer, a una década de aquella imagen que unió a dos glorias del Xeneize contemporáneo, le hizo un homenaje a la distancia. Carlos Tevez fue el gran héroe en la victoria en la denominada "Batalla de Manchester" entre su actual club, el City, y su anterior equipo, el United, desde donde partió a principio de temporada porque los dirigidos por Sir Ferguson no quisieron pagar los 25 millones de libras esterlinas que valía el pase. Luego del tanto del triunfo en la ida de las semifinales de la Carling Cup, tras un gran frentazo, el Apache se fue hasta una de las tribunas y al mejor estilo Román, en aquel clásico del 2002 ante River, hizo el festejo del Topo Gigio. ¿Para quién? Más allá de sus declaraciones de protocolo tras clásico ("es para los hinchas del City") está claro que Carlitos pensó en ese momento en los fanáticos de los Reds, quienes el 20 de setiembre pasado cuando los visitó en Old Trafford lo tildaron de "vende patría". Por eso el par de gritos del delantero de la selección fue mucho más que un desahogo.
La historia para el equipo de Tevez no comenzó del todo bien, pese a estar jugando de locales. A los 17′ de la etapa inicial el interminable Ryan Giggs, quien ya acusa 36 años, estampó la apertura del marcador. Pero a los 42′ apareció Tevez para cambiar por gol un tiro penal y entonces el primero de los festejos polémicos: los cinco dedos de la mano derecha haciendo el clásico gesto de "cierren la boca". Pero la frutilla del postre llegó en el complemento. A los 20′ un centro pasado lo encontró a él para que con un frentazo preciso batiera por segunda vez en el encuentro al holandés Edwin van der Sar.
Tevez está pasando por un momento ideal. Convirtió 12 goles en los últimos 9 partidos que disputó y ya fue elegido como el mejor jugador de la Premier League inglesa en el mes de diciembre.
Ayer, logró los dos goles en el triunfo del clásico. Y hubo dedicatoria, obvio: corrió hasta la tribuna más cercana y se colocó sus manos detrás de cada oreja. Sí, como Román cuando "desafío" a Mauricio Macri en plena Bombonera hace ocho años. Dicen que los ídolos se parecen y ayer Tevez hizo recordar bastante a Riquelme.
