Ya pasó a Suiza. Y ahora viene Bélgica, otra selección europea que tiene chapa de ser más complicada que los hélveticos pero que a su vez sale a jugar y puede darle espacios al ataque argentino.
En este Mundial de Brasil, The Red Devils (Los Diablos Rojos), como apodan a su selección los belgas, ganaron todos los partidos pero recién ante Estados Unidos, por octavos de final, mostraron una parte de su potencial basado en sus cinco figuras principales. Courtois, Kompany, Fellaini, Hazard y Lukaku.
En su debut en el Grupo H ante Argelia, el equipo de Marc Wilmots arrancó nervioso y los africanos lo aprovecharon para ponerse 1 a 0 arriba con un penal de Feghouli. Luego, se despertó y fue por el empate, pero le costó entrar y le faltó ser vertical. De todos modos, el DT acertó en los cambios y, con tantos de Fellaini y Mertens, supo darlo vuelta para poder cantar victoria.
Ya en su segunda presentación, enfrentó a Rusia con el objetivo de sellar la clasificación. Desplegó a medias su juego ante un equipo que también necesitaba la victoria y el encuentro estuvo por demás trabado hasta el final. Porque a los 88 minutos apareció Origi para sellar un triunfo por 1 a 0 que, en principio se hacía complicado pero que terminó de otorgarle la clasificación a octavos de final con una fecha de anticipación.
La tercera prueba para los belgas, ya con el boleto en mano, fue ante Corea del Sur. Con poco brillo de sus “estrellas” y lejos de pasar por encima al débil representante oriental, los europeos debieron trabajar demasiado para lograr la tercera victoria al hilo. Mucho más si se tiene en cuenta la absurda expulsión de Dafour por pisar a un rival que estaba en el suelo. Al igual que ante Rusia, el grito de desahogo llegó a pocos minutos del cierre y fue anotado por uno de sus defensores: Jan Vertonghen.
Su último partido fue el de octavos de final, ese que le dio la clasificación para enfrentar ahora a Argentina. Los Diablos Rojos estuvieron palo y palo ante Estados Unidos durante los 90 minutos, pero fueron claramente superiores a pesar de la entrega norteamericana. Y, como le faltó efectividad, tuvo que ir a buscar el boleto al tiempo suplementario. Allí pegó en los momentos justos a través de De Bruyne y Lukaku y se dedicó a aguantar la ventaja. Los estadounidenses lograron descontar a través de Green (segundo gol recibido) y hasta pudieron empatarlo, pero la defensa roja estuvo firme y se afirmó en el arquero Courtois para cerrar un resultado que le costó lograr pero que finalmente fue merecido.
