La versión policial es que cuando los pesquisas llegaron, el Renault 12 con el sospechoso que buscaban salía de un hotel por horas en la calle Salta, en Chimbas, con el asiento del acompañante reclinado, en el que alcanzaba a verse un pequeño bulto tapado con una campera. Que intentaron hacerlo parar y recién lo consiguieron una cuadra y media después, cuando le echaron el auto policial encima. Que en un último intento por despegar, el sospechoso le abrió la puerta a la nena ordenándole que corriera mientras volvía el asiento a su posición normal. Que cuando se vio rodeado, se resignó y no se resistió. Esa secuencia de acciones terminaron a las 18,50 de ayer con el arresto del presunto pedófilo de 76 años, a quien le secuestraron un frasco con vaselina de su auto.
Ahora ese hombre, de apellido Fernández, está preso en la Central de Policía sospechado de cometer el presunto delito de abuso sexual contra una nena de 11 años, que vive en Santa Lucía. El operativo lo concretaron un grupo de policías de Seguridad Personal y la Comisaría del Menor, comandados por el oficial Néstor Montiveros.
En la policía creen que hay más de una víctima: ayer se hablaba de al menos cinco nenas más, todas serían menores, de condición humilde y algunas presuntas hermanas de la nena con la que lo sorprendieron ayer, dijeron fuentes del caso.
La investigación de los policías de Seguridad Personal que dirige el oficial principal Héctor Oyola, se inició alrededor de un mes atrás luego de un llamado al 911 alertando de la presencia del sujeto en un hotel de Chimbas, con una menor.
Entonces descubrieron quién era el presunto pedófilo. Establecieron también que pudo contactarse con más de una nena en su taller mecánico de Concepción, en Capital. Que al parecer allí iban las menores a pedirle alguna ayuda. Y que esa ocasión pudo ser aprovechada por el sospechoso para convencerlas y llevarlas al hotel, estimaron ayer las fuentes.
La detención de Fernández por el presunto abuso sexual de una nena, abre otros interrogantes y otras posibles líneas de investigación, porque ahora se intentará determinar quiénes son las otras nenas, si mantuvieron o no contactos sexuales con el sospechoso. Y si esa situación era conocida o no por los padres de las menores.
En base a esas pruebas el juez Agustín Lanciani evaluará si el sospechoso sigue o no preso, aunque puede salir: al tener más de 70 años puede pedir arresto domiciliario.
