A Marianela Flores le fascina cómo la historieta ha llegado a trascender los tiempos y parece, viñeta a viñeta, escrita para responder a situaciones de la vida actual. Pero como futura socióloga -está en el último año de la carera, tiene 27 años y trabaja en la Dirección de Estadísticas- también le llama la atención como logra atraer a distintos públicos.

"Mafalda tiene un poder intrínseco de interesar, en términos de grupos etarios, a grandes y chicos. A mí me encanta, al igual que a mis sobrinitas pequeñas. Ese es un logro porque no hay que dejar de lado que si bien los personajes son niños, muestran un contenido sumamente crítico y abstracto que, en teoría, no podría comprender alguien que no sea adulto. Pero no es así. Los niños leen Mafalda, devoran Mafalda de igual a igual que un grande porque su temática es universal. Es más, como los personajes son niños, tienen la impunidad de decir lo que piensan y eso es lo que más atrae: Quino ha logrado naturalizar la inocencia, la rutina pero también la realidad misma. Eso genera identificación”, resume quien descubrió a Mafalda de la mano de Laura, su amiga de la infancia y la adolescencia. Aún hoy la sigue leyendo, a tal punto que entusiasmó a su marido en la época de novios para comprar el libro "Todo Mafalda" y compartir la lectura.

"Creo que Mafalda trasciende las épocas porque más allá de su análisis crítico de una realidad política y económica canalizada desde lo cotidiano, logra rescatar valores y aspectos culturales de la sociedad. Mafalda critica la corrupción, la pobreza, el racismo -todos aspectos que como lectora percibo que siguen siendo "cotidianos” en el país-, pero a su vez, permite hacer otra lectura, evidenciando perjuicios, el rol de la mujer, la desigualdad, la estructura familiar. Eso no es todo, muestra como la amistad, la confraternidad, el amor de familia y la sana convivencia son posible, más allá del carácter de cada uno o los intereses”, explica y señala que uno de los mayores éxitos de la historieta es "ayudar a ser crítico con sus llamados de atención y a no dejar de lado la mirada social y humana".