San Juan, 4 de junio.- Nicolás tiene 6 años, pesa sólo 13 kilos y tiene parálisis. Desde que el changuito le quedó chico es movilizado a upa de sus papás o alguno de sus hermanos. Su familia necesita de una silla para trasladarlo y sueña con que pueda ir a la escuela.
La familia Salazar vive en una humilde vivienda de la localidad de La Laguna, a unos 15 kilómetros de Media Agua, en la que no tienen todas las puertas y ventanas. Pese a los escasos recursos, quienes conocen a Antonia y Héctor, sus papás, afirman que “hacen todo” por el nene.
“Cuando era más bebé estaba en un changuito, pasó a un andador en el que los bebés aprenden a caminar y luego a un camioncito de juguete. Ya no entra y está todo el tiempo a upa”, relató Aida, maestra de una de las hermanas de Nicolás.
Las necesidades son tantas que la familia necesita pañales, leche común y por supuesto, una silla de ruedas. “Me encantaría verlo en la escuela como sus hermanos”, relató Aida.
