San Luis.- Cuando lo tiraron, el bebé estaba vivo. Esa fue la conclusión de la médica forense que examinó el cuerpo de una criatura que la Policía halló en la zona norte de la capital puntana, antenoche.

El juez Sebastián Cadelago dijo que la causa será investigada como un homicidio calificado. “No encuentro otra explicación. La persona que arrojó a este niño no pudo tener otra intención que la de que el chico se muriera allí. Ahora resta saber qué pasó con esa mamá”, explicó el magistrado.

El macabro hallazgo ocurrió el martes a la tarde, cuando una persona que revisaba la basura en el canal que costea la Ruta 147 vio el cuerpito y le avisó a un transeúnte, que casualmente era policía de Homicidios.

Según refirió Relaciones Policiales en un informe, el cuerpo “estaba dentro de un recipiente de plástico. Envuelto en una remera y un toallón y dentro de una bolsa de consorcio”.

Por su parte, Cadelago dijo que “si hubiese sido atendido en algún nosocomio no hubiera pasado esto. El feto estaba con el cordón umbilical y la placenta, todo junto, o sea que obviamente ha sido un parto domiciliario”.

“Se le tomó la temperatura y no tenía, así que estimamos que fue arrojado, al menos, ocho horas antes del hallazgo”, que fue cerca de las siete de la tarde, detalló el Magistrado.

La médica forense Alba Pereyra determinó que “el bebé nació vivo, respiró, pero murió a posterior por una mezcla de falta de atención, bajas temperaturas y asfixia”, refirió Cadelago Filippi. Aclaró que “no fue una asfixia violenta, provocada mecánicamente digamos”, sino que fue propia de los materiales con los que fue envuelto.

Fuente: La República