El grupo de manifestantes contaba ayer antes del mediodía unas 20 personas, más que nada mujeres y niños, esperando que lleguen “más compañeros” para volver a cortar la Libertador. Acababan de haber sido desalojados por la policía luego de un piquete de 24 horas. Prometieron quedarse hasta que les dieran respuesta y ayer tarde se retiraron.

Verónica Arredondo, que se presentó como vocera, dijo que representan a 93 familias del asentamiento Cipoletti en Chimbas pidiendo un techo digno. La mujer aseguró que tienen la promesa del propio ministro José Strada, quien las atendió en otras oportunidades porque ya han hecho otros 6 piquetes, y les dijo que están contemplados en el plan de erradicación de villas.

Laura Vera, otra de las mujeres que reclamaba, dijo que en realidad son 180 las familias con el pedido y que incluso fueron censadas por el IPV, pero 93 “son los casos más urgentes porque están por desalojarlos, viven en casas prestadas, precarias y en zonas de riesgo”.

Arredondo dijo que la gente que reclama en realidad ya no está en el asentamiento, porque hace un año el gobierno los echó de ahí bajo la promesa de darles casa y que por eso se fueron a vivir a donde pudieron hasta que les solucionen el problema habitacional. “Estamos cansados de mentiras”, dijo.

Tras el desalojo de la avenida, quedó una fuerte custodia policial en los alrededores del Cívico con la orden de volver a desalojar si había cortes.

El grupo, de no más de 50 personas se había ubicado cerca de la fuente, en Las Heras y Libertador, con un gazebo y ollas y allí pasaron todo el día del jueves y toda la noche del viernes, obligando a cortar el tránsito a la policía en 7 puntos alrededor de una de las vías más transitadas de la provincia.

Según la versión de los uniformados, ayer sobre las 10 de la mañana recibieron la orden de liberar la calle y procedieron con diálogo a llevar a la gente hacia los veredines del Cívico (foto). Según la versión de los manifestantes, también los empujaron violentamente.