El ciclista pocitano Gerardo Tivani (Municipalidad de Pocito) se impuso ayer en la primera etapa de la 88 Doble Media Agua. El “Flaco” puso sobre la ruta, en los momentos claves, toda su capacidad de velocista, a la que adosó una gran cuota de sacrificio para coronar con éxito una fuga que marcó la historia de la competencia.
Tivani empleó 2h44m24s para cubrir los 116 kilómetros que tuvo el parcial que se lanzo en la Capital y luego de cruzar Rawson y Pocito y de ir hasta Los Berros, culminó frente al palacio municipal sarmientino. Con el mismo tiempo que el ganador arribaron sus compañeros de fuga, tres con los que inició la aventura cuando se transitaban 20 kilómetros de carrera: Daniel Zamora (Agrupación Virgen de Fátima), Emiliano Ibarra (SEP-San Juan) y Johnatan Sepúlveda (Municipalidad de Chimbas te quiero). Y otros dos que se sumaron después: Cristian Romero (Municipalidad de Rawson Somos Todos), quien “enganchó” al cuarteto pionero pasando Carpintería (km 35) y Nicolás Tivani (Municipalidad de Pocito) que alcanzó al -ahora- quinteto en los últimos cinco mil metros.
La historia de la prueba la marcó la escapada que tomo cuerpo porque iban hombres de todos los equipos fuertes. Casi sin darse cuenta mientras en el pelotón rodaba tranquilo la luz se estiró a 2m10s, cuando entraron a Los Berros. En el interín, Gerardo Tivani había ganado una meta sprinter y había escoltado a Cristian Romero en la restante, por lo que sumaba 5 segundos de bonificación, cuando restaban repartirse los 10, 6 y 4 que otorgan los puestos de podio en la etapa.
En el descenso desde la población minera, el pelotón trató de achicar ventajas, las mismas se redujeron considerablemente (el séptimo hombre de la general Darío Díaz quedó a 27 segundos) pero no pudieron neutralizarlos. Solo el más chico de los Tivani, Nico, consiguió el objetivo y su aporte fue clave porque ayudó a su hermano mayor a “cerrar” un hueco que había abierto Romero en el ultimo kilómetro y luego fue quien lanzó a quien cruzó la meta levantando sus brazos al cielo luego de alcanzar y superar a Zamora que trató de mantener un embalaje largo. Su esfuerzo valió la pena porque sacó una renta de tiempo, casi, decisiva.
