Tiene 22 años. Hace 7 que ya debutó en Primera División con la camiseta de sus amores: Atlético Marquesado frente al Deportivo Aberastain. Pasó luego por Alianza, Colón Junior, Arbol Verde y fue parte de varios seleccionados sanjuaninos hasta recalar de la mano del Beto Gómez en el humilde Juventud Unida de Médano de Oro. Una historia que tiene a Matías Caño como protagonista y que no tendría nada de especial sino fuera que además de haber conducido a la Juve al ascenso a la Primera sanjuanina ante Rivadavia, estudia Educación Física, trabaja en el Centro Cívico y además, juega futsal en Huarpes, uno de los top de la especialidad en San Juan. ¿Cómo lo hace y cómo lo hizo? Nadie mejor que Caño -apellido antojadizo para un enganche si los hay- para que lo cuente.
-Jugar en la B local no es fácil y menos con tu rutina, ¿cómo lo hiciste?
-No fue sencillo porque en el ascenso es más amor propio y pasión por el fútbol que otra cosa. Faltan muchas cosas, pero uno las disimula y le da para adelante. Para mí fue parecido a lo que hacen todos los muchachos porque todos trabajan y se las arreglan para entrenar y jugar. Ellos también se sacrifican todos los días. Yo, en mi caso, empiezo con la facultad temprano, luego paso al Centro Cívico y a las 5 de la tarde me pasa a buscar Miguel Costa para entrenar en Médano de Oro. Después, de vuelta, a entrenar con Huarpes o a jugar. Así toda la semana, al menos de lunes a viernes. Los sábados es jugar y lograr el objetivo.
-Empezaste muy chico, ¿qué aprendiste en 7 años a pesar de tener apenas 22 ahora?
-Uno va madurando. Creciendo y aprendiendo todos los días. De aquel que se corría todo, que no paraba nunca, hoy trato de ser útil para el equipo en todas las situaciones. En el tramo decisivo del torneo, me di cuenta de lo que podía aportar con el manejo de los tiempos. Por suerte se fueron dando las cosas y llegamos al objetivo de poner a Juventud en Primera División. Está visto, que cuando se quiere, se puede.
-Ya pasó la locura de pelear un lugar en la A, ¿ahora cuál es tu objetivo personal?
-Uno siempre quiere crecer y se que la campaña de la Primera B sirvió para demostrar que estamos al nivel de varios. Si Juventud encara desafíos más grandes como el Torneo del Interior, yo le doy la prioridad pero si salen más alternativas tendría que ponerme a verlas y analizarlas para intentar levantar la medida.
-¿Estudias, trabajás y jugás futbol de once y futsal, demasiado pero te lo bancaste?
-Uno se cansa, como cualquiera. Pero en el fútbol, como me enseñó mi viejo, cada sacrificio tiene su premio y creo que pude comprobarlo en carne propia. Llegar a la A con Juventud Unida habiendo tenido a rivales grandes como Rivadavia o el mismo Unión, valoriza más lo que se logró y por eso estoy convencido de que cuando uno quiere, siempre puede.
