El divorcio del año. Con esa frase, metida en algún párrafo o comentario, la separación de Marcelo Tinelli de su mujer Paula Robles se ha convertido en la noticia más fuerte en el mundo del espectáculo vernáculo, a la que sólo parece hacerle sombra en cuanto a repercusión, la delicada salud de Sandro. Personaje fuerte que supo reinventarse y elevarse aún más alto, Marcelo siempre fue una presa jugosa para la gente, seguidores y detractores, que fue testigo de cuánto se infló su nombre tras el paso a Canal 13, donde -hábil como pocos- impuso una televisión festiva y hasta cirquera, que en medio de la pobreza reinante, no sólo acaparó el rating, sino que además logró echar raíces en cuanto ciclo pasaba por la pantalla chica; y en páginas de revistas en los que rara vez faltaba su nombre.

En medio de ese escenario, pues, no es de extrañar que su segundo divorcio sea ahora "la" noticia del mundo del espectáculo vernáculo (y más allá del charco también), donde no hay medio que no aborde el tema, ya sea de manera informativa o para elucubrar versiones varias que esa misma gente que lo ama y lo odia, y que le deparó picos históricos de rating (más de 40 puntos) devora como pan caliente. Mucho más teniendo en cuenta que el lunes 27 de abril marcará el regreso del conductor y empresario a la pantalla del 13, con su archipromocionada vigésima temporada de ShowMatch.

Instalando en la cima, el culebrón -que tiene todos los ingredientes para que así parezca, desde cenicientas a millonarios, pasando por rumores de infidelidades y secretos sepulcrales- sigue dando tela para cortar. Así lo muestran desde aquellos anticipos de Paparazzi, que ya semanas atrás hablaban de la separación de Paula y Marcelo como primicia absoluta, hasta la última edición de la revista Caras, que recién salida del horno (a San Juan llegó ayer al mediodía) aporta más datos sobre el tema que hoy atrapa a buena parte de los argentinos, y sobre el que ninguno de sus protagonistas aún ha querido explayarse.

Ventanas a la intimidad

En resumen, haciendo un pantallazo de las principales publicaciones, se dice que el señor éxito nunca antes en su vida lloró tanto. "Sólo él y los suyos saben sobre la certeza del dato que acabamos de escribir", revela Gente. Cuentan que la crisis venía desde hace tiempo, que la pelearon fuerte sobre todo por sus afectos, que finalmente se sinceraron con ellos mismos y que la decisión de separarse fue de los dos.

Tinelli (49) y Robles (41) reunieron a sus hijos -los dos propios y las dos chicas que él tuvo con Soledad Aquino- en el living de su departamento de las torres Le Parc, les dieron la noticia y lloraron. Pero, publica Caras y según el entorno íntimo, luego de la angustia lógica, los chicos entendieron la situación.

Agrega que no estaban muy felices juntos, que se fueron perdiendo las pequeñas cosas. Que Marcelo aún no sabe cuándo se irá de la casa, porque su idea nunca fue "salir corriendo". Que la relación con "la flaca" es muy buena y que no hubo peleas, como sí ocurrió cuando se separó de Aquino (47), en marzo de 1993, cuando VideoMatch y Ritmo de la noche estaban en el pico del éxito.

Respecto de donde vivirán, hay datos encontrados. Algunos dicen que ella se quedarán en las torres Le Parc donde convivieron 14 años. Otros que se mudará a una mansión de calle Gorostiaga, con Juana (5) y Francisco (9). Tinelli, por su parte, se iría a un departamento propio que nunca habitó, en Barrio Parque, con Micaela (20) y Candelaria (18).

Hoy él está abocado a su programa, sus equipos deportivos y sus empresas. A veces sale a comprar comida. Ella visita familiares, estudia, analiza propuestas laborales y no pelea con los fotógrafos, a los que les muestra una sonrisa serena. En paralelo, cada uno busca abogados propios -profesionales que se mantengan herméticos ante la prensa- para transitar el camino legal de este divorcio que los devolvió al centro de la escena. Pero, publica Caras, todavía ni se sentaron a hablar sobre cómo van a repartir sus pertenencias, porque a gatas pueden con su tristeza.