En medio del discurso de la presidenta Cristina Fernández, la canción-apoyo que recibió de los militantes y dirigentes eufóricos logró conmoverla: “Néstor no se murió, Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo, lo p… madre que los parió”, inundó el búnker en el Hotel Intercontinental.
En todos los búnkeres, aunque las canciones fueran distintas, el apoyo de los militantes a sus líderes políticos se tradujo de la misma forma. Con la pasión que se ve en los espectáculos deportivos. Y en el repertorio, justamente los seguidores de la fuerza política gobernante en el país fue la que tuvo mayor repertorio. Hubo calor, color y festejo centrados en Cristina Fernández y su esposo fallecido. Poco y nada de Perón y Evita.
Poco y nada de sindicalismo presente. Poco y nada de Partido Justicialista. El canto que lo sintetiza, tal vez sea: “Soy argentino, soy soldado del Pingüino”. El acto tuvo la organización y la animación de La Cámpora, con sus cantos típicos y el permanente recuerdo a la “gloriosa Juventud Peronista” que tan bien pareció caerle a la Presidenta, que la acompañó sonriendo, moviendo los labios y agitando los brazos: “Somos de la gloriosa Juventud Peronista, somos los herederos de Perón y de Evita. A pesar de las bombas, de los fusilamientos, los compañeros muertos, los desaparecidos, no nos han vencido”.
Por supuesto, habían dedicatorias especiales a la Presidenta: “Cristina, Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación”. Junto a ella, un rejuvenecido Amado Boudou, eufórico, con más sonrisa que cara, aplaudió todo, celebró hasta el final y mostró su juventud en la campera de cuero negro, con franjas blancas, y jeans, mimetizado con las canciones.
En el final del discurso, todos cantaron la Marcha Peronista.
Los radicales también tuvieron lo suyo. En el búnker de su precandidato presidencial, Ricardo Alfonsín la banda de sonido era: “Soy así, en las buenas y en las malas voy con Alfonsín”. Y también: “No me importa lo que digan los demás, soy radical”. Y para el precandidato a gobernador bonaerense por la Unión para el Desarrollo Social (UDESO), Francisco de Narváez, sonaba “Borombombom Borombombom, el colorado gobernador”.
Por su parte, en el Salguero Plaza, los seguidores del precandidato del Frente Popular, Eduardo Duhalde, entonaban: “Se siente, se siente, Duhalde presidente”. Apuntando directamente contra el kirchnerismo, sumaban el hit de la noche: “Ay, ay, ay, qué risa que me da, que hagan que en octubre ya se van”.
Poca militancia, casi nada de simbología peronista y bastante música aportada por temas de diferentes bandas de rock nacional configuraron el escenario para darle contexto a un moderado clima de satisfacción y a la espera de más datos oficiales que los ubiquen en un segundo lugar.
“Nos ven crecer, nos ven crecer y no nos pueden detener”, exclamaron, por su parte, en la sede del Frente Amplio Progresista, además de alentar a su precandidato: “Se siente, se siente, Binner presidente”.
