Riego por goteo, cosechadoras mecánicas, mantas térmicas, son algunas de las tecnologías aplicadas por los agricultores para resolver la caída de la rentabilidad en el cultivo del tomate para industria, por medio de mayores o rindes por hectárea.
El desafío es cada vez mayor para este sector, donde, según sus protagonistas como el productor Ernesto Vives, cada vez más el "agricultor se ve obligado a plantar menos, pero con mayor eficiencia en el uso de los recursos y alta productividad".
El agua es otro limitante en esta campaña y por ello Vives destaca "el riego por goteo permite reducir el uso en un 20%. Estoy utilizando unos 8 millones de litros por hectárea para el tomate, según el comportamiento climático de la campaña".
"Pero lo más importante es que facilita la reducción de costos y mayor eficiencia en la aplicación de nutrientes. Hay hectáreas donde la cosecha subió de unas 100 toneladas a 139 con goteo", indicó.
Vives cultiva unas 50 hectáreas y trabaja en el programa Cambio Rural junto a otros 8 productores que en conjunto, suman unas 400 hectáreas; donde el desafío es obtener más kilogramos por hectárea para hacer frente a los mayores costos de combustibles, insumos y mano de obra que este año subieron un 30%. Un jornal de un obrero rural se fue de $60 a unos $78 de bolsillo este año.
Las expectativas de precios no son muy buenas. Quienes ya firmaron contrato lo han echo sobre la base del año pasado -unos $0,35 por kilogramo-.
Por este motivo programas como el de la Asociación Tomate 2000, están dado sus frutos a los productores adheridos: 116.600 kilos promedio por hectárea obtuvieron productores que usaron guano, subsolaron, regaron bien, partieron al medio temprano y hicieron fertilización base.
Los viveristas
El ingeniero Pedro Martín, del vivero hortícola Fitotec, indicó que "hay un reducción en la demanda de plantines porque se está plantando menos tomate. Un 15% en San Juan y entre el 30 y 40% en Mendoza".
"Una de las causas es la baja rentabilidad de campañas anteriores. Por eso también es menor la reducción del cultivo en nuestra provincia. Porque la productividad es mayor que en otras regiones".
Entre otros aspectos comentó que "el 85% de los plantines es para el tomate industria con variedades como la 198 o la 696. En variedades para desecar cultivan el Franco y ahora hay una variedad muy prometedora, llamada ISI 24546".
Desde la industria
Desde Agroindustrias Pocito, Marco Rampulla indicó a Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO "que la campaña parece comenzar tal vez con igual o menor disponibilidad de tomate".
"La temporada pasada nuestra empresa molió algo más de 1.800 toneladas de San Juan y actualmente está moliendo unas 25 toneladas semanales del Norte argentino", explicó, agregando que "en diciembre es cuando se muele la mayor parte".
"La idea, si nos va bien, es aumentar los volúmenes un 10% para en esta temporada", comentó Rampulla.
Estimaciones
En superficie se estima que en San Juan se cultivarían un poco más de 1.000 hectáreas de tomate. Para esta campaña habrá mayor cantidad de maquinaria cosechando en la provincia con unas 10 máquinas por lo menos aumentando por lo menos un 20% el número de productores que las utilizan.
La demanda de la industria al parecer seguiría en las 500.000 toneladas. El desafío es abastecerla con materia prima local en lugar de importarla de naciones más competitivas.
