Torrontés es la cepa emblemática de la Argentina para sus vinos blancos. Es la variedad que, después del Malbec, mejor nos representa en el mundo. En la Argentina es en el único lugar donde se produce el Torrontés. Y si bien hay tres tipos: Riojano, Mendocino y Sanjuanino, el primero es el más cultivado en todo el territorio argentino y es el que más aptitudes muestra a la hora de la vinificación, con el resultado de vinos secos en los que sobresale la fruta y, a la vez, la dulzura. Morfológicamente, las tres variedades son distintas, su denominación no es geográfica, sino ampelográfica y la más apta es el Riojano.
Un análisis del Observatorio Vitivinícola Argentino se basa exclusivamente en el Torrontés Riojano. Por ello y para no confundir, se considera en una etiqueta la palabra ‘Torrontés‘ como sinónimo de Torrontés Riojano. Para analizar la producción del Torrontés argentino nos centramos en el estudio del período 2004-2012. En ese lapso, las hectáreas cultivadas tuvieron una fluctuación interesante: en 2004 Argentina contaba con 7.900 hectáreas cultivadas con Torrontés, luego en 2010 llegó a la cima con 8.300 hectáreas y en 2012 con una superficie de 7800 hectáreas. El mayor rendimiento fue en 2011, con 169,94 quintales cosechados por hectárea cultivada y el más bajo fue en 2009, con 120,37 quintales por hectárea. Mendoza concentra el 45% de la superficie cultivada con Torrontés Riojano y cosecha el 43% de la producción total de la variedad.
La Rioja posee el 27% de la superficie del país y cosecha el 31% del total de uvas Torrontés. El resto de la superficie y de la cosecha se la reparten entre Salta (11% de superficie y 11% de cosecha), San Juan (10% de superficie y 12% de cosecha) y el resto de las provincias vitivinícolas con 6% de superficie cultivada y 4% de la cosecha total. Del total de la superficie implantada con uvas de la Argentina, el 6% es Torrontés (sexto en el ranking de las varietales, detrás de Malbec, Syrah, Bonarda, Cabernet Sauvignon y Pedro Giménez). Y del total cosechado en 2012 en todo el país, el 7% fue Torrontés. En el ranking de los rendimientos de quintales por hectárea, el Torrontés aparece segundo, detrás del Chenin, con 125,6 quintales por hectárea.
POR ZONAS:
Analizando lo que sucedió el año 2012 en los oasis mendocinos el mayor rendimientos produjo en la Zona del Valle de Uco con más de 155 quintales cosechados por hectárea. La Zona Sur mostró los menores rendimientos (64 quintales por hectárea). La zona que más Torrontés produjo fue la Este (227.000 quintales) y la Zona Sur fue la que menos Torrontés cosechó (casi 17.500 quintales). De igual modo, si vemos lo que sucedió el año pasado, en La Rioja la zona de Chilecito tuvo una producción de 264.000 quintales y en los Valles de Famatina cosecharon casi 40.000 quintales. El resto de las localidades riojanas tuvieron una producción de poco más de 5.000 quintales. Mientras que en 2004 las exportaciones de Torrontés representaban el 2% y el año pasado fue del 3% de las exportaciones de los vinos Argentinos.
Con respecto de la evolución del precio promedio por litro pasó de U$S1,36 en 2004 a U$S2,73 en 2012. En tanto que el precio promedio por litro de todos los vinos argentinos evolucionó de U$S1,49 en 2004 a U$S2,52 en 2012. El valor máximo del precio promedio por litro de Torrontés estuvo pagado en 2011 con U$S2,80.
