Las comidas o bebidas del mundo andino son numerosas, variadas y colmadas de sentido simbólico. En esta ancestral gastronomía se reflejan la historia, las creencias, los saberes y la cosmovisión que posee cada grupo o pueblo.

A modo de ejemplo todavía se consume en países multiétnicos, como Ecuador o Perú, una bebida o potaje ancestral llamado popularmente "colada" o "colada morada". Es una especie de bebida bien espesa que se prepara con mortiño, moras, naranjas, manzanas, piñas y maíz morado, este último típico de los Andes. Todo ésto se condimenta con pimienta dulce, arrayán y anís, cocinándose a fuego lento. Así se obtiene una bebida -que puede beberse en forma fría o caliente- y que tiene el sabor dulce de las diferentes frutas que lo componen, y además sabe a especias aromáticas.

Este popular potaje es antiquísimo, y según se cree, se consume desde antes que surgiera el incario. Suele formar parte de las bebidas familiares habituales, además se vende en los restaurantes, especialmente a los turistas, los cuales hacen de esta manera turismo gastronómico. Se consume ordinariamente en cualquier tiempo, pero cobra mayor relevancia en las numerosas fiestas religiosas-sociales que componen el calendario del mundo andino. Por ejemplo se bebe en cantidad para la festividad de Inti Raimi -se adora al sol y se agradece a la "madre tierra"-, el 24 de junio, festividad esta que se corresponde con las de San Juan, San Pedro y San Pablo.

Entre las bebidas, además de la chicha, se bebe "colada", la cual se toma dentro de las normas de reciprocidad social que mantienen estos grupos. También es tradición que este brebaje se beba el 2 de noviembre, junto al consumo de las "guaguas" o muñequitos de pan; debido a que por tradición cultural, sirven para "alimentar el alma" de los difuntos.