Nacido el 14 de abril de 1986, Facundo Della Motta comenzó su relación con los fierros a los siete años, cuando su padre lo subió a un karting por primera vez. Nacido y criado en el Barrio Nuevo Del Bono, este Licenciado en Economía que se dedica a elaborar su propia marca de champagne (DM), demostró ayer que tiene una proyección deportiva interesante.
Campeón de la Copa Megane en 2008, con cuatro victorias, Facundo viene luchándola para encontrar continuidad en alguna categoría nacional. Este año le apuntó al Top Race Junior, porque es un estamento en el que haciendo un gran sacrificio puede cubrir el presupuesto de 90.000 pesos por carrera. “Alquilar un auto cuesta 60.000, pero con las gomas y demás aumenta un 50 por ciento”, explicó.
En el ambiente tuerca lo conocen todos como un muchacho muy tranquilo y de ideas firmes, como para, con sólo 22 años, animarse a solicitar que haya una mejor redistribución de los apoyos oficiales. “Es muy sereno, aunque para esta carrera estaba muy ansioso”, contó María José Pascual, quien es su novia desde hace cinco años.
Otro de los que estaba muy feliz era su padre Fernando, quien lo definió como: “Es mejor hijo que piloto. Es muy humilde y cariñoso”, afirmó su progenitor.
Ayer, después de su triunfo, atendió con una sonrisa a cada periodista que le solicitaba una nota. No tuvo inconvenientes en repetir mil veces la misma respuesta.
En su momento más feliz, no se olvidó de sus amigos que eligieron la falda del cerro junto a la horquilla, donde Facundo ejecutó con precisión de cirujano sus maniobras de sobrepaso. Juan Benvenuto, Dani Graffigna, Freddy Cerrati y Matías González son quienes integran su círculo íntimo, ese donde Facundo encuentra su cable a tierra.
Jugó al rugby en el San Juan, es hincha, pero no fanático, de Boca y le encantan los asados. Un tipo simple, tranquilo y sencillo por donde se lo mire.
