La imagen es desoladora. Del reloj de la Plaza España sólo quedan los números. Tuvieron que retirar tanto las agujas como la maquinaria que las hacía andar porque quedaron fuera de servicio tras un ataque. Ocurrió el sábado pasado y, según dijeron desde el Obrador Central, se trata del peor acto de vandalismo del que fue víctima. Como consecuencia del mismo se quemó el motor. Aún no se sabe si se podrá reparar ni cuánto dinero y tiempo será necesario para hacer que vuelva a funcionar. Este reloj fue una víctima constante de ataques lo que obligó a que lo rodearan de rejas para protegerlo.

Cerca de las 5 de la madrugada del sábado pasado efectivos de la Policía se toparon con una imagen fuera de lo común: intensas chispas saliendo del corazón del reloj de la Plaza España. No pudieron descubrir qué las provocaba por lo que decidieron rodear con cintas el lugar para evitar que la gente se acercara. Luego llamaron al Obrador Central para dar aviso de la situación. De inmediato llegó personal de esta dependencia que se encargó de cortar la electricidad en todo el paseo y de averiguar el origen de las chispas. ’Parece que alguien saltó las rejas y entró al lugar donde está el reloj y rompió las mangueras que se usan para regar el césped de ese sector. El agua llegó hasta el motor del reloj y provocó un cortocircuito. Se quemó todo’, dijo Isidro Durán, uno de los encargados del mantenimiento de la plaza.

Toda la maquinaria junto a las agujas se trasladaron al Obrador Central donde evaluarán los daños. Desde esta dependencia dijeron que es el peor ataque vandálico que padeció el reloj y que aún no se sabe si se podrá reparar. Agregaron que por ahora están desarmando el motor para hacer un inventario de las piezas dañadas y de la gravedad de los daños para determinar si se pueden reparar o hay que cambiarlas por unas nuevas. También dijeron que debido a esto es difícil determinar aún cuánto dinero será necesario para hacerlo funcionar nuevamente y cuándo volverán a instalarlo en su lugar.

También se aprovechará este tiempo para reparar el sistema de riego que los vándalos también rompieron durante el ataque. ’En toda la plaza rompen los aspersores, pero es la primera vez que rompen la conexión para riego en el lugar donde está el reloj. A los vándalos no los detiene ni siquiera las rejas. Creo que hay que ver la forma de proteger más a este reloj para que no los sigan destruyendo’, dijo Durán.