Tras el terremoto ocurrido hace nueve días en la ciudad de L`Aquila, capital de la región de Abruzzo, Italia, donde hubo un saldo de más de 300 muertos, en el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) abrieron una puerta hasta ahora siempre cerrada respecto de la predicción de los sismos: "No se descarta estudiar esa posibilidad", dijo el director Alejandro Giuliano. Es que el sismo italiano había sido anticipado por el sismólogo italiano Gianpaolo Guiliani, quien dijo haber inventado un aparato llamado "precursor sísmico", cuya veracidad es aún un misterio para la comunidad científica.

"Esa posibilidad planteada por este sismólogo italiano no la descartamos. Ahora hay que estudiar su trabajo y luego ver si se puede implementar. Siempre es preferible invertir dinero en prevención, haciendo buenas construcciones que eviten catástrofes en lugar de predicciones", explicó Guiliano, a cargo del INPRES, una institución modelo en el mundo entero para el estudio de los sismos. Desde allí, hasta ahora, siempre se negó que un temblor pueda anticiparse con precisión. Un tema por demás trascendente en una provincia que carga con dos terremotos históricos sobre sus pobladores.

La información que hay respecto del invento del sismólogo italiano es solo periodística, no científica. A grandes rasgos es así: el "precursor sísmico" detecta y mide el Radon, un gas radiactivo muy pesado que se esparce por la corteza terrestre cuando son vistosas las presiones de energía de las entrañas de la Tierra. En el caso de Italia, los temblores se producen por el choque entre las placas africana y euroasiática. Según el italiano Giuliani, el comportamiento del Radon y el "precursor sísmico" permiten "anticipar la verificación de un terremoto hasta entre 6 y 24 horas antes". Este experimento de Gianpaolo Guiliani salió de los centros de física y astrofísica del Gran Sasso, un monte vecino a la destruida L`Aquila, donde está una de las cavernas más grandes del mundo dedicada a investigaciones físicas astronómicas y químicas. El sismólogo italiano dice que los "precursores" funcionan desde hace nueve años y cinco aparatos han sido distribuidos en los Abruzzos para controlar los sismo.

Puntualmente el científico italiano había dicho públicamente antes del terremoto: "En los Abruzzos -algo así como decir Cuyo- está por producirse un gran terremoto". Salió a decirlo hasta con altoparlantes por las calles. Sin embargo, oficialmente lo denunciaron penalmente por "falsa alarma" y popularmente de "charlatán". Y el sismo llegó. Y dejó centenares de muertos y una ciudad arrasada.

Por ahora desde el INPRES no se hizo ninguna gestión para conocer cómo hizo el italiano para dar con semejante descubrimiento.

"No se descarta estudiar esa posibilidad -del "precursor sísmico"- siempre que tenga valor científico. Ahora hay que esperar a ver qué publicación científica ha hecho este hombre, si es que la tiene, y ahí ver que pasa, sobre todo en la sociedad italiana. Si ellos le dan crédito, veremos", dijo Alejandro Giuliano desde el INRPES.

El manto de duda que hechan sobre el invento tiene un gran respaldo en el historial de los grandes sismos ocurridos en el mundo entero. Y sobre sus predicciones (ver recuadro). Pero esta postura de desconfianza no es solo de los investigadores del INPRES, sino de toda la comunidad científica internacional que estudia los movimientos de la Tierra.

Para el sismólogo sanjuanino Mario Araujo, con años de experiencia y varios congresos internacionales a cuesta, ahora "habrá que esperar a ver qué crédito le da comunidad científica italiana a esta presunta predicción. Y luego ver qué dice la Comunidad Europea. Los italianos y los griegos son muy serios en estos temas". Sobre el gas Radon, Araujo dijo que "se conoce desde el año 1976. Se usa para estudiar movimientos sísmicos y volcánicos. Ese gas indica una actividad, pero no precisa el lugar".

A modo de ejemplo, para dimensionar cómo fue la predicción hecha en Italia, el sismólogo sanjuanino Araujo dijo que "nosotros sabemos que un nuevo terremoto en San Juan o Mendoza va a ocurrir en algún momento. Porque es la zona más sísmica del país y porque ya hubo grandes temblores. Pero dónde, cuándo, qué lugar preciso, de qué magnitud, a qué profundidad son datos que todavía nadie en el mundo ha podido anticipar respecto de un temblor".

Araujo explicó que el gas Radón no se usa en la Argentina para investigar movimientos sísmicos. Y definió al "precursor sísmico" como "un pronóstico de un temblor, pero no precisa. Pueda que ocurra o pueda que no".

Y sobre ese punto contó porqué este tipo de predicciones son tan polémicas: "Generan un terremoto político", dijo. Y agregó: "Si uno va al gobernador de una provincia y le dice que evacúe la ciudad porque podría ocurrir un terremoto, pueden darse dos situaciones: que el gobernador haga caso y el terremoto nunca ocurra. Lo cual sería una gran irresponsabilidad de su parte. Y si el terremoto finalmente ocurre, y no evacúa la ciudad, pasa lo de ahora en Italia, que no se encuentra una explicación de porqué no le hicieron caso a este sismólogo Guiliani".