Después de haber pasado la noche en vela por la inundación del sábado en la madrugada, varias familias de la Villa San José, en el límite entre Rivadavia y Rawson, siguieron siendo protagonistas de una dura historia. Es que, tras haber perdido muchas cosas por el agua, ayer, 2 casas se derrumbaron por la humedad. Además, más de 10 viviendas están en malas condiciones y sus dueños dicen que corren la misma suerte.
Ayer, algunas casas parecían víctimas de un terremoto. Las paredes tiradas sobres los colchones y algunos muebles, y las grietas en los adobes de los precarios ranchos, fueron las secuelas que dejó el desborde de un canal de riego. Esto hizo que los hombres pasaran toda la mañana sacando escombros de la villa para ver si podían salvar algunas pertenencias.
El mismo sábado, para que la gente afectada tuviera un lugar dónde comer, Desarrollo Humano montó una carpa. Pero en la noche, los mismos vecinos la usaron para que las familias no durmieran a la intemperie. Es que, en muchas casas, hasta ayer no se podía ingresar por el agua. Por eso los colchones sobre la tierra, junto a algunos muebles que la gente logró salvar, ocuparon la carpa que se convirtió en una vivienda comunitaria.
La intendenta de Rivadavia, Ana María López, dijo que ayudarán a los 38 damnificados a que levanten nuevamente sus casas o a que las arreglen con palos y nailon porque a fin de año tendrán casas del IPV. Lo mismo dijo Juan Carlos Gioja, intendente de Rawson, que explicó que las viviendas están en construcción y las terminarán antes de fin de año y por el momento no hay a donde llevar la gente.
