El Submarino era la geoforma más famosa de Ischigualasto, una de sus marcas registradas e imagen de promoción más difundida, junto a El Hongo. Pero lo que más de 200 millones de años erosionaron para ofrecerle a la Humanidad una forma tan particular se vino abajo con un viento. Las fuertes ráfagas del domingo derrumbaron uno de los dos "periscopios" del Submarino, causando conmoción y tristeza a nivel científico y turístico. De todos modos, y aún en medio de ese clima, los funcionarios a cargo de Ischigualasto aseguraron que lo que quedó en pie del coloso no cambiará de nombre.

Ésta es la tercera gran pérdida en Ischigualasto en los últimos 32 años, pues en la década de 1980 se derrumbaron dos geoformas muy particulares: El Loro y la Lámpara de Aladino.

"A los pies del Submarino se realiza el ciclo de vinos y música, así que haber cerrado el Parque el fin de semana fue una decisión correcta. Hay que agradecer que pese a la tristeza que nos genera el derrumbe, no hubo heridos. La estación del Submarino seguirá manteniéndose y no será cambiado el nombre", expresó Silvio Atencio, administrador del Parque Ischigualasto.

"No hay manera, con medios humanos, de reconstruir lo derrumbado. Es que toda la estructura colapsó al estallar contra el piso. Es probable que con el tiempo se caiga la otra ‘chimenea’ del Submarino, por lo que estamos analizando generar nuevas estaciones en el recorrido", agregó Atencio.