Dice que desde que tiene memoria en su casa siempre escuchó hablar de política y ya a los 4 años, Alfredo Avelín Nollens empezó a acompañar a su padre, el viejo caudillo y exgobernador Alfredo Avelín, ya fallecido, cuando salía de campaña a recorrer la provincia. Fresco en su memoria está el recuerdo de una vieja estanciera, el vehículo familiar que los transportaba en las largas jornadas que incluían charlas con la gente que, en todos lados los recibía afectuosamente. Ahora, a la cabeza de la Cruzada Renovadora, enfrenta por primera vez el desafió de pelear para ser el próximo Gobernador de San Juan.
Alfredito, como le decían en la familia para diferenciarlo de su progenitor, estudió primero medicina transfusional en Córdoba y después tuvo un par de carreras inconclusas. Psicología también en Córdoba y después Ciencias Políticas, ya cuando se vino a San Juan.
Antes de dedicarse de lleno a su gran pasión, la política, siguiendo los pasos del fundador de la Cruzada Renovadora, don Alfredo, trabajó como médico especializado en transfusiones en el Hospital Marcial Quiroga y también en un banco de sangre privado.
En su casa le gusta hacer asado, que es su comida preferida, y por su origen libanés también le gusta comer keppe, pero crudo, como lo preparaba su madre Barbarita. En los ratos libres le gusta leer libros de historia y ver películas. Las de acción son sus preferidas.
De chico, era común que participara junto a su padre en las reuniones partidarias en la vieja casona de la calle Tucumán, la misma en la que sus amigos y partidarios le dieron su último adiós a don Alfredo, cuando falleció, el 26 de enero de 2012.
El dirigente recuerda que de estudiante en la Universidad Nacional de Córdoba le gustaba el peronismo y hasta participaba en algunas reuniones pero, ya con el título de médico bajo el brazo y cuando volvió a San Juan, empezó a militar en la Cruzada y nunca más dejó la fuerza. Ahora, luego de una larga carrera política, sus partidarios le dieron la chance de apuntarle al puesto que todo dirigente quiere ocupar, que es el de titular del Ejecutivo provincial.
Su primera candidatura llegó con la caída de la dictadura y el regreso a la democracia, en 1983. Por aquel entonces le apuntó al cargo de diputado nacional, pero no tuvo suerte. Su primer cargo electivo recién llegó en 1987, cuando resultó electo diputado provincial, puesto que repitió en el período siguiente. En 1995 le apuntó a la Intendencia de la Capital, pero el resultado de las urnas le negó la chance. Pero en 1999, junto cuando su padre resultó elegido como gobernador por la Alianza por San Juan, un armado político en el que participaron cruzadistas, bloquistas, radicales y frepasistas, a él los sanjuaninos lo ungieron como intendente de la Ciudad de San Juan. Ya en ese puesto llegó incluso a ser vicepresidente de la Federación Argentina de Municipios (FAM).
Sobre la pérdida de su padre, el hombre que le marcó a seguir el camino en política, el dirigente expresó que "con el fallecimiento de mi padre perdí a un amigo pero por sobre todas las cosas a mi jefe partidario, con quien compartí una vida juntos, en las buenas y en las malas".
En su entorno lo califican como una persona muy noble e incluso mientras ejerció la medicina lo recuerdan como alguien que jamás abandonó a sus pacientes. "Es muy protector y familiero", lo define su hermana Nancy.
Alfredo es el mayor de 4 hermanos y todos los domingos la familia se reúne para comer, rotando en las distintas casas.
Para esta elección, la Cruzada tuvo conversaciones con la Unión Cívica Radical y con Dignidad Ciudadana e incluso empezaron a trabajar en una propuesta en conjunto, pero con el correr de los meses el acuerdo no prosperó y el histórico partido decidió ir a la pelea en soledad, es decir sin formar parte de un frente electoral. Ahora, incluso también sin candidato presidencial porque no cuajaron los intentos por llevar primero a Sergio Massa y después a Mauricio Macri.
