La FIFA y sus dirigentes están felices. Los clubes y las asociaciones nacionales, llenos de bronca. Ese es el resumen del estado de ánimo en el planeta fútbol 48 horas después de conocerse la decisión de jugar el Mundial de Qatar, en 2022, entre noviembre y diciembre. Y la FIFA movió las piezas de su ajedrez rápido y respondió con algo que le sobra para intentar apagar el fuego: dinero.

Para compensar los problemas que acarrea el cambio, y que provocó el enérgico rechazo de los clubes europeos, la FIFA reaccionó velozmente. “Un total de 209 millones de dólares será distribuido entre los clubes que liberen a sus jugadores para participar en el Mundial de 2018, en Rusia, y la misma cifra para Qatar”, indicó la entidad en un comunicado. Después de Brasil, la cifra para los clubes fue de 70 millones. Es decir que el crecimiento monetario será por triplicado.

En realidad, el aumento es poco si se toma en cuenta el poderío comercial de la Copa Mundial. La última de 2014 produjo ingresos récord de 2.000 millones de dólares para la FIFA, con 337 millones de dólares en ganancias provenientes del ciclo de cuatro años que culminó con el máximo certamen deportivo en Brasil. La FIFA, que se embolsó 140,7 millones de dólares de ganancias sólo en 2014, añadió 91 millones a sus reservas, que ascienden a 1.523 millones de dólares. El movimiento global de 2.096 millones en 2014 elevó el total del cuatrienio a 5718 millones.

Pero esto no alcanza para callar voces. El presidente de la Liga de Fútbol Profesional de España, Javier Tebas, calificó como “una catástrofe” para las ligas europeas la decisión de la FIFA. “Creo que es una mala decisión, bastante errónea sobre todo para todas las ligas europeas, que llevamos el 75% de los jugadores en un Mundial, y será un grandísimo problema para nuestras competiciones”, comentó Tebas.

Más que los clubes, las perjudicadas serán las federaciones. “Propusimos el mes de mayo porque habíamos estudiado que por la cuestión de las temperaturas se podía hacer. Somos partidarios de que se celebre el Mundial en Qatar, pero no en estas fechas”, añadió Tebas, levantando una bandera de conflicto que no cesará de flamear prontamente.

La contracara es el comité de organización de la Copa del Mundo 2022, que celebró la decisión de la FIFA de organizar la competición en los meses de noviembre y diciembre. “Estamos satisfechos de que la decisión haya llegado”, declaró el comité en un comunicado.