Era una marea humana formada por bandas a bordo de motos, carros tirados por caballos y personas a pie, aunque también en autos y camionetas de alta gama. Todos con un mismo objetivo, aprovechar la zona liberada por la protesta policial para extender los saqueos y arrasar con un número aún indeterminado de comercios a pesar de que, en muchos casos, eran defendidos con armas por sus propietarios y empleados.

Tucumán, junto a Chaco, fueron el epicentro ayer de las noticias del conflicto policial en todo el país y que dejó un saldo saldo de al menos 10 muertos. De todos modos, las distintas protestas se fueron encausando a lo largo del día dejando solo a 6 provincias (Chubut, Corrientes, Tierra del Fuego, San Luis, Mendoza y La Pampa), en alerta mientras seguían negociando. Los aumentos por decreto fueron la clave para destrabar las protestas.

Tucumán estuvo 48 horas en el centro de la tormenta, bajo fuego y prácticamente paralizada hasta que aceptaron el aumento de 35% decretado por el gobernador K, José Alperovich, que elevó a 8.500 pesos de sueldo inicial. Sin embargo, este arreglo no frenó la violencia. Vecinos de la capital, hartos de los saqueos e intentos de robos en casas particulares, se congregaron, con cacerolas en mano, en la plaza principal para exigir seguridad. Pero insólitamente fueron salvajemente reprimidos por los agentes policiales que hasta hacía muy poco los habían librado a su suerte durante la protesta. Fue el peor final para un martes negro. Los policías dispararon balas de goma y golpearon a los vecinos que respondieron atacando autos oficiales. Hombres con las caras ensangrentadas enfrentaban a los policías. Esta imagen junto a la de un supermercado VEA que lucía como si lo hubiera arrasado un tsunami fueron las imágenes emblemáticas de un día de furia.

Los saqueos ya se habían cobrado la vida de un joven de 20 años que resultó impactado por una bala que le ingresó por la frente y se alojó en la nuca.

Los saqueadores destrozaron casi todo a su paso. Se llevaron televisores, electrodomésticos y hasta las balanzas, registradoras y cortadoras de fiambre de los propios negocios. La otra nota destacada del día que de estos saqueos participaron camionetas 4×4 Toyota Hilux y en una Ford Eco Sport. Testigos dijeron que policías encapuchados y en moto amenazaron a otros efectivos para que dejaran de trabajar y se sumaran a los reclamos.