Pasada la madrugada del sábado, el complejo La Meseta tuvo la primera noche del recital de Viejas Locas con su líder, Pity Álvarez, quien compartió con sus fans la gran despedida de la banda. El cantante les dio lo que su público quería: fiesta, cerveza y rock & roll. Más de 4 mil almas (estimado por la producción del recital) vieron el espectáculo. Pero al comienzo del evento hubo un problema eléctrico con los generadores de energía que entraron en cortocircuito. Esta falla técnica demoró el recital de soporte que debía ejecutar la banda local Payaso Mediático. Al no poder tocar, el grupo suspendió su presentación. Luego del inconveniente, Pity adelantó la prueba de sonido, tocando algunas canciones. El resto de espectadores aguardaba por ingresar al complejo y pensó que el recital habría comenzado, entonces corrió rápidamente a la puerta principal de acceso y los efectivos de la Policía de San Juan (montados a caballo, con perros y armas antidisturbios) intensificaron la fuerza física para contener ciertos focos de conflicto que empezaban a generarse en el lugar. Empujones, forcejeos, gritos e insultos daban cuenta que el ambiente parecía enrarecerse y escaparse de control. Sin embargo, bajó el nivel de tensión entre los espectadores y los agentes y al final, todos entraron calmados y con tickets en la mano. Cuando parecía que todo iba bien, otra falla técnica obligó al cantante a tomar una extensa pausa (duró casi dos horas) y posteriormente regresó a la acción (casi a las 2 am). Con los hits de su último trabajo "Adiós viejo amigo" y los mejores clásicos de Viejas Locas, tanto como de éxitos inolvidables de Intoxicados, Pity hizo un repaso pormenorizado de su repertorio de canciones. Pese a los inconvenientes iniciales, todo se desenvolvió normalmente y los seguidores del artista quedaron satisfechos con lo actuado. Para ellos quedará en la memoria una despedida (hasta ahora declarada) con todos los honores de Pity y sus Viejas Locas.